Continuar la historia

Carlos G. Reigosa
Carlos g. Reigosa QUERIDO MUNDO

OPINIÓN

10 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Decía el dramaturgo Jacinto Benavente que «una cosa es continuar la Historia y otra repetirla». Es una reflexión que deberían hacerse nuestros políticos de hoy, tan desconcertados los unos con los otros y tan inseguros de sí mismos. Hemos podido verlo después de las pasadas elecciones andaluzas. La ira de Pablo Iglesias porque los ciudadanos de este mundo no acaban de comportarse como él quiere. El desconcierto de Susana Díaz porque los andaluces, que no entienden a Sánchez, no han demostrado quererla tanto como ella creía. Las perplejidades de los líderes del PP y de Ciudadanos porque no saben todavía en qué orden figurarán con vistas a la presidencia andaluza.

Y la alegría de Vox, que ha obtenido unos resultados inesperados que los demás se han encargado de propiciar. Creo que ha llegado la hora de que cada uno se sincere, sin que nadie tenga que echarse al monte en busca de fascistas, chavistas o mediopensionistas. Porque en realidad lo que está en juego es tan solo un desarrollo político que volverá a someterse al escrutinio popular cada cuatro años, o menos. No hay que echarse al monte porque las aguas figuren turbias. La realidad es que la turbiedad -y la zafiedad- la hemos estado fabricando desde que el lío catalán se encanalló y degeneró en planteamientos abiertamente independentistas. Es por ahí por donde debieran acampar las verdaderas preocupaciones de nuestros políticos. Porque lo de Andalucía, presida quien presida la comunidad, no es un problema inquietante, ni siquiera para el PSOE, que en algún momento tenía que perder. Lo extraño y anormal sería lo contrario.

En verdad, creo que la única incógnita es saber cómo reaccionará Sánchez, y considero que ya lo podemos adivinar. Probablemente, él aún cree que no ha perdido en Andalucía, convencido de que fue Susana Díaz. Porque la complicada partida que él juega va de otra cosa. Digamos que quizá está tratando de componer un puzle o un cubo de Rubik en el ámbito político estatal. ¿Lo conseguirá? Si a Iglesias no se le pasa el berrinche de Andalucía, lo veo complicado. Pero Sánchez no puede ni debe echarse al monte con su PSOE. Correría el riesgo de no acertar con los caminos y sufrir posibles descalabros.