Museos de arte contemporáneo

David Pintor
David Pintor AL DÍA

OPINIÓN

Interior del MAC, en A Coruña
Interior del MAC, en A Coruña ANGEL MANSO

04 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde que Naturgy hizo oficial el cierre de su Museo de Arte Contemporáneo en A Coruña, son varias las iniciativas que han aparecido para intentar que la ciudad no se quede sin un espacio cultural tan importante. La Diputación ha declarado que está dispuesta a apoyar la causa en la medida de sus posibilidades. El Director Xeral de Políticas Culturais, Anxo Lorenzo, ha dicho que la Xunta está comprometida a buscar vías para la continuidad del MAC con la hipótesis de que pueda mantenerse abierto. Desde el Ayuntamiento, el alcalde Xulio Ferreiro informó de la intención de darle una segunda vida al museo por parte principalmente del Gobierno local, pero con la ayuda económica de Xunta y Diputación, teniendo como objetivo el crear un museo más ambicioso, en una apuesta por invertir en cultura. La presidenta del PP de Coruña y candidata a la alcaldía Beatriz Mato propuso recientemente trasladar los fondos del museo y su actividad cultural a la sede del antiguo Gobierno militar. Incluso los trabajadores del propio MAC sugirieron que se pudiera vincular el museo no solo a la ciudad sino a los municipios del área metropolitana. Afortunadamente hay propuestas encima de la mesa, y aparentemente las instituciones están haciendo un esfuerzo por buscar una salida a un proceso que parece inevitable.

Es en estos momentos cuando parece importante reflexionar acerca de lo que tiene que ser hoy en día un museo de arte contemporáneo, y de cómo podemos definir un espacio que incluya manifestaciones artísticas contemporáneas como la caricatura, el cómic, el humor gráfico o la ilustración que, a pesar de su gran importancia dentro del arte actual, han sido ignoradas de modo sistemático en las programaciones de muchos centros de arte. Una discriminación tremendamente injusta que provoca un agravio comparativo frente a otras formas de arte que sí han sido promocionadas y valoradas en los centros artísticos de carácter público.

En pleno siglo XXI nos toca ser ambiciosos en cuanto al diseño de los nuevos contenedores de arte contemporáneo para que sean más inclusivos, más abiertos, más representativos, y más útiles a la sociedad.

A Coruña, con la manera en la que se replantee el futuro del MAC, tiene una oportunidad inmejorable para mirar hacia adelante. Ojalá no la desperdiciemos.