Nadia y Ana: gallegas y sobradamente preparadas

OPINIÓN

06 nov 2019 . Actualizado a las 19:36 h.

Sin disimular que se trata de una estrategia política, Pedro Sánchez y Pablo Casado han anunciado que si ellos llegan a La Moncloa en sus respectivos gobiernos contarán con Nadia Calviño y Ana Pastor. Curioso que las dos potenciales futuras ministras -la socialista incluso ocupará una vicepresidencia económica de nueva creación-  sean gallegas.

Buena elección sobre todo teniendo en cuenta que los hombres que reconocen la valía de sus compañeras de profesión demuestran una mayor inteligencia respecto a los que suelen obviar a las féminas por el simple hecho de serlo. Pastor y Calviño son profesionales preparadas, reconocidas en el ámbito nacional e internacional, con sentido común, carisma y grandes dotes de responsabilidad. Aceptarán sus cargos con honor y dispuestas a darlo todo. Cuando eso ocurra sus jefes habrán conseguido lo que querían: captar votos en el caladero del centro que, según las encuestas, está abandonando Ciudadanos. Y, políticamente hablando, tanto Nadia como Ana son mujeres poco estridentes, sosegadas en su toma de decisiones, responsables, con un carácter fuerte, pero con mucho sentido común, educadas y hospitalarias. Porque así somos los gallegos: sabemos que entre el blanco y el negro hay miles de matices de grises, conocemos mejor que nadie todos los porqués de la emigración y podemos dar una masterclass sobre el beneficio de tener unas cuentas económicas bien equilibradas.

En este contexto, se puede deducir que tanto Sánchez como Casado están viendo amenazados sus puestos y son conscientes de las importantes dificultades que tienen para ganar las elecciones. Por eso, se agarran a ellas como a un clavo ardiendo. Saben que, al margen de los tonos ideológicos, son una apuesta segura en el futuro de España.