Un equipo

Arturo Fraga Bau LÍNEA ABIERTA

OPINIÓN

LOF

21 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El pasado jueves, Juan Carlos Unzué hizo público que padece ELA. Un nuevo paciente, conocido en este caso, perteneciente además a nuestra familia celtista. Su anuncio estuvo lleno de entereza y destacó por positivo y oportuno. Al hacerlo en vísperas del Día Mundial de la ELA ha conseguido que la opinión pública gire durante unas horas su atención hacia esta enfermedad tan impactante. «Firmo por un equipo modesto, pero comprometido», dijo en su rueda de prensa. No pudieron ser más acertadas sus palabras. En un día como el de hoy, nuestra reivindicación debe ser precisamente esa, ser un equipo contra la ELA.

Hoy por hoy, muchos pacientes en Galicia no tienen acceso al mejor tratamiento disponible para esta enfermedad. No es ni una pastilla ni una cirugía. Quizás por eso es más difícil de visibilizar. Es ser atendidos por un equipo multidisciplinar, que aúne a profesionales con distintos perfiles y misiones, coordinado, y en una consulta de acto único. Que dé respuesta a sus diversas necesidades y sirva como acompañamiento y como muestra de que no les dejamos solos. Este modelo ha demostrado un aumento de la calidad de vida y la supervivencia de nuestros pacientes. No es ningún capricho.

Desde el 2018 en nuestra comunidad disponemos de un Proceso Asistencial Integrado que especifica cómo debe ser esta respuesta contra la ELA. Está pendiente de aplicarse en muchas áreas sanitarias. Pongámoslo en marcha. Impulsemos también la investigación. Ningún paso que demos en ensayos contra la ELA será en falso. Al revés, cada paso será una etapa menos hasta la meta final de la cura que tanto ansiamos.

Disponemos de un sistema sanitario potente pero rígido y anquilosado. La atención a los pacientes de ELA no puede depender del esquema clásico y simple de paciente-consulta-médico. Debemos tener la flexibilidad y creatividad que puedan dar a cada persona la mejor atención. Los pacientes con ELA nos dan día a día lecciones de vida y superación. Es hora de que como sociedad nos pongamos a su altura y les acompañemos en la exigencia de una atención sanitaria y social justa y de calidad.