«Lupin», el buen ladrón

Beatriz Pallas ENCADENADOS

OPINIÓN

Emmanuel Guimier

17 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Con solo cinco episodios, Lupin se ha convertido en uno de los primeros éxitos de ficción del año con su transposición al siglo XXI de las aventuras del personaje literario creado por Maurice Leblanc hace cien años. No hay que hacer un gran esfuerzo para sentir simpatía por el héroe carismático y seductor convertido en pícaro y audaz ladrón por la noble causa de reparar el buen nombre de su padre y hacer frente a la injusticia. Omar Sy consigue ponernos de su parte. Para completar su misión y salir de los entuertos, aplica las estrategias aprendidas en los libros, que le sirven para convertirse en un maestro del disfraz, experto en anagramas y genio del escapismo y los juegos de manos. Entre piedras preciosas, escenas en el Louvre y huidas por los tejados de París, la serie francesa despliega trucos ingeniosos y aventuras divertidas que se consumen con rapidez ahora que estamos ávidos de entretenimiento doméstico.

La parte frustrante es que Netflix haya puesto a disposición de sus clientes solo la primera parte de su primera temporada, como si tuviera prisa por llegar primero a alguna parte. La plataforma que democratizó los maratones para que el público pudiera engullir sin esperas aquello que más le gusta ha optado esta vez por aplicar dosis más cortas de un producto que se queda a medio terminar.