Aquel pecado de juventud

Pedro Armas
Pedro Armas AL DÍA

OPINIÓN

Jesús Hellín | Europa Press

04 may 2021 . Actualizado a las 12:17 h.

Cualquier pecado de juventud se perdona, admitiendo que fue por supervivencia o adaptación al contexto, siempre que el culpable muestre arrepentimiento. Cuando la joven Ayuso era aún más joven formó parte de las juventudes falangistas. Habiendo nacido el año en que se aprobó la Constitución, ni el contexto histórico explica la afiliación, ni la falta de remordimiento justifica el perdón; sin embargo, ella no solo está perdonada, sino muy respaldada.

Desde que gestionó en las redes la cuenta de Twitter de Pecas, el perro de Aguirre, y la campaña de Cifuentes, su carrera política ha sido meteórica, hasta convertirse en la lideresa virtual de los conservadores y ultraconservadores de la capital y de provincias. Fichó a un asesor de cabecera con mucha experiencia y pocos escrúpulos, cuya estrategia comunicativa, a medio camino entre el trumpismo y el casticismo, ha sido eficaz. Convocó elecciones anticipadas, aprovechando que el Manzanares pasaba por Madrid, para soltar el lastre de Ciudadanos y aliarse con la ultraderecha, que es lo que siempre ha querido. Ahora mismo hasta le viene bien incorporar aquel pecado de juventud.

Sintiéndose presidenciable, decidió que su rival fuese Sánchez, quien ha entrado al trapo. Evitando debatir sobre las vacunas, las residencias o los alquileres, planteó una confrontación ideológica, para acto seguido centrarse en la hostelería, mientras los demás lavan en público los trapos sucios de la inmigración, la seguridad o el fascismo. Resulta simplista lo de que el falangismo es al franquismo lo que el franquismo es al fascismo, dando por hecho que en la forma son parecidos y en el fondo son lo mismo. El falangismo no se definía como de derechas o de izquierdas, como capitalista u obrerista, pero dirigentes de Vox han reconocido que es una de las herencias del partido. Importa poco, la pátina neoliberal lo disimula todo, incluido aquel pecado de juventud. Ya decía Picasso: «Lleva tiempo llegar a ser joven».