La coleta de Kate Winslet

Beatriz Pallas ENCADENADOS

OPINIÓN

12 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El pelo es lo que marca la diferencia entre un buen día y un mal día, aseguraba la punzante Fleabag en uno de los mordaces diálogos de su comedia para reconvenir a un peluquero por una tropelía capilar. Aplicando esa máxima, el personaje de Kate Winslet en su última serie, Mare of Easttown, no ha tenido un buen día en años, pero ha logrado convertir su coleta, su pelo de recién salida de la cama, sus raíces a la vista y su tez sin maquillar en el ejemplo de que una actriz de más de cuarenta debería poder salir en pantalla como quiera y sin necesidad de aparentar lo que no es. La libertad y la igualdad también se mide en que la cuota de representación no dependa de meterse dentro de un corsé ni de fingir tener varios años menos.

Lo de Winslet va más allá del feminismo. Es el postureo lo que quiere combatir con el aspecto de este personaje. Asegura haber dejado atrás el ansia de promover ideales de belleza inalcanzables, el tiempo invertido en fotos que aparentan lo imposible. La oscura detective Mare Sheehan de Kate Winslet es Frances McDormand yendo a recoger su Óscar sin pasarse un peine. La confianza de hacer lo que les dé la gana. Y de conseguir que los dueños de HBO, que creían haber fichado los rizos pulidos de Rose DeWitt Bukater, hayan renunciado a la cuota de glamur para mirar de frente a la realidad.