Cuándo conseguiremos justicia para Diego? Familia y amigos de Diego Bello Lafuente, abatido a tiros por la Policía Nacional Filipina en Siargao, al sur de la República Filipina en enero de 2020, hemos hecho todo lo que ha estado en nuestras manos para conseguir que el Gobierno filipino investigara lo ocurrido hace ya un año y medio; por ahora no ha habido respuesta del Ejecutivo de Rodrigo Duterte.
La policía filipina acusó a Diego de ser el mayor traficante de la isla, en la que residía desde hacía varios años; señaló que fueron a detenerlo a su casa de madrugada pasando por drogadictos en busca de su dosis y que al ser descubiertos por Diego este disparó contra los policías y estos, en legítima defensa, le dispararon causándole la muerte. De las pruebas de la acusación nada se ha sabido y las autopsias que se realizaron señalan que difícilmente pudiera tratarse de legítima defensa y sí, probablemente, de una ejecución deliberada; así lo atestigua un informe realizado por la Comisión de Derechos Humanos de Filipinas, que tras hablar con policías, testigos y trabajadores de los negocios que Diego regentaba concluye que no existía ningún proceso administrativo ni judicial contra el joven y que la operación fue ejecutada al margen de la ley.
Tanto el Parlamento español como el Parlamento gallego de forma unánime han pedido al Gobierno de nuestro país que se exija a Filipinas el esclarecimiento del caso; el Gobierno español asegura haber hecho múltiples gestiones ante las autoridades filipinas para lograr determinar lo sucedido, nada se ha conseguido por ahora. Los policías que participaron en la muerte de Diego siguen en sus puestos de trabajo. Mañana podrían volver a hacerlo.
Las «excelentes relaciones diplomáticas» entre España y Filipinas no deberían hacer olvidar la necesidad de respetar los derechos humanos destrozados por aquel país en el caso de Diego Bello. Su familia y amigos pedimos al Gobierno español que no permita la impunidad con la que ha actuado la policía de una nación amiga.