Izquierdismo, progresismo y otros ismos

pedro armas PROFESOR DE LA UDC

OPINIÓN

Fernando.Calvo

30 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Para el español medio, ser de izquierdas es lo mismo que ser progresista. Escucha a menudo eso de que los de la coalición gobernante se consideran a sí mismos progresistas de izquierdas, aunque los de la oposición prefieran llamarles socialcomunistas. Para los de la vieja izquierda, ser progresista no es lo mismo que ser de izquierdas. Para la RAE tampoco. Para la academia, progresista es un individuo de avanzadas ideas liberales. 

Se da por hecho que el de izquierdas es partidario del poder estatal sobre el individual, clave de la ideología liberal. Es más, hoy en día, si uno llama progresista a un neoliberal, este lo interpreta como un insulto, quizás porque los neoliberales de hoy poco tienen que ver con los liberales de antaño. Malos tiempos para la política, cuando las definiciones se complican hasta el punto de que muchos prefieren que les diferencien a que les definan.

Marcuse, marxista y hegeliano, ya había advertido sobre la capacidad del capitalismo para asimilar cualquier atisbo revolucionario y convertirlo en una moda. Hace unos años la izquierda española tenía como denominador común la defensa de la clase trabajadora. Nunca tuvo como objetivo la dictadura del proletariado y menos aún desde que la clase trabajadora se ha diversificado e identificado más con la clase media que con la clase obrera.

La irrupción del 15M supuso un revulsivo, un tantarantán a un sistema político que mitificaba la Transición y asumía por inercia el bipartidismo y el turnismo, pero también trajo consigo la defensa de todas las causas, el buenismo. Había que dejar de ser de izquierdas para ser transversal. Hoy las feministas de izquierdas se oponen a la ley trans. Hoy los trabajadores, a los que se retrasa su edad de jubilación, no entienden que las pensiones no contributivas y todo tipo de ayudas familiares salgan de la caja de cotizaciones a la Seguridad Social y no de los Presupuestos Generales del Estado. Hoy cuesta ser de izquierdas y ser progre.