China ya es el Gran Hermano

Germán Gorráiz TRIBUNA

OPINIÓN

TINGSHU WANG | Reuters

03 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El sistema dominante chino utilizaría la dictadura invisible del consumismo compulsivo de bienes materiales para anular los ideales del individuo primigenio y transformarlo en un ser acrítico, miedoso y conformista que pasará a engrosar las filas de una sociedad homogénea, uniforme y fácilmente manipulable por el Politburó chino. Dichas técnicas de manipulación de masas habrían modelado el encefalograma plano de la sociedad china actual, conciencia acrítica favorecida por la asfixiante censura ejercida por el Gobierno en Internet que, junto al finiquito del código deontológico periodístico, habrían convertido a los mass media en mera correa de transmisión de los postulados del Partido Comunista. El pensamiento rígido de Xi Jinping se plasmaría en la imposición de una censura total en las informaciones sobre el coronavirus en Internet.

Las VPN (red privada virtual), ocultan la identidad de los usuarios y permiten mantener la comunicación con cualquier país del mundo libre de vigilancia. El paradigma es el joven bloguero chino Chen Qiushi, en paradero desconocido, que se encargaba de radiografiar la angustia de Wuhan a través de vídeos colgados en YouTube gracias a las VPN, lo que habría impulsado a China a imponer normas para el acceso de los usuarios a dichas herramientas.

La prohibición de descargar Plague Inc. para iOS en todo el territorio chino sería el penúltimo episodio para imponer una censura total en las informaciones sobre el coronavirus. Asimismo, el Gobierno habría recurrido a los gigantes tecnológicos en su intento de monitorizar en tiempo real los contagios y, según la agencia Reuters, el gigante Alibaba habría lanzado una función que asigna un código QR de color que representaría el estado de salud de los ciudadanos chinos. Tras completar un cuestionario, los residentes reciben un código QR basado en colores a través de la aplicación de chat DingTalk, y según el color correspondiente deben adoptar las medidas profilácticas prescritas en dicha app.

Esto, junto a la implementación de cortafuegos (firewalls) en Internet y el descomunal despliegue de cámaras de vigilancia con inteligencia artificial para el reconocimiento facial de personas, incluso con mascarillas (200 millones de cámaras), así como el uso de drones-policía, habrían convertido ya a China en el Gran Hermano orwelliano que controla en tiempo real a todos los ciudadanos.