Y a pesar de todo, esperanza

OPINIÓN

SERGAS

24 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Adela Cortina considera, en su último libro, que en estos tiempos oscuros que nos ha tocado vivir dar razones para la esperanza es un deber de humanidad. Y advierte: la esperanza no es un mero estado de ánimo, sino una virtud moral de primera magnitud. Vivir con esperanza se ha convertido para toda la humanidad en un acto de fe, al tiempo que nos hallamos ante una necesidad y un imperativo de supervivencia.

Aun cuando no es mi autor preferido y confieso que no entiendo la popularidad que ha alcanzado, reconozco que en este tema nos puede ayudar la lectura de La sociedad paliativa, de Byung-Chul Han. Este filósofo surcoreano, formado y afincado en Alemania, afirma que «la política paliativa no es capaz de tener visiones ni de llevar a cabo reformas profundas que pudieran ser dolorosas. Prefiere echar mano de analgésicos, que surten efectos provisionales y que no hacen más que tapar las disfunciones y los desajustes sistemáticos. La política paliativa no tiene el valor de enfrentarse al dolor. De esta manera todo es una mera continuación de lo mismo».

Nada contradice más la esperanza que esta política paliativa, que no hace más que enredarnos con la fantasía (y la mentira) de un relato totalmente ficticio. Así no vamos a resolver satisfactoriamente ni la crisis del covid-19, ni la del cambio climático; pero tampoco encararemos bien los problemas derivados de la digitalización del trabajo y el desarrollo de la inteligencia artificial, menos aún el auge de los populismos y los tambores de guerra con Rusia y China.

Y a pesar de todo, la esperanza… una virtud que nos habla de una sed por lo mejor, de un anhelo de plenitud, de vida lograda, de un querer tocar lo grande, lo que llena el corazón y eleva el espíritu hacia cosas grandes, como la verdad, la bondad y la belleza, la justicia y el amor. La esperanza nos habla de sentido, es audaz y comprometida. Alimentemos lo bueno y pongámonos al servicio del bien: nos hace mucha falta. ¡Feliz Navidad!