Sondas Voyager

Manuel Luis Casalderrey
manuel l. casalderrey RINCÓN ABIERTO

OPINIÓN

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06 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Voyager 1 y 2 son los nombres de las sondas espaciales que la NASA ha enviado tan lejos que ya han rebasado los límites del sistema solar. Las dos fueron lanzadas en el verano de 1977 (pronto hará 45 años), primero la Voyager 2 y, unos días más tarde, la Voyager 1. El objetivo inicial de la misión era explorar los planetas externos: Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Las dos sondas pasaron por Júpiter y Saturno y solo Voyager 2 estudió Urano y Neptuno. La información y las imágenes enviadas cambiaron el conocimiento sobre el sistema solar. Conseguido el objetivo, las dos naves continuaron alejándose de la Tierra.

 Las Voyager se habían programado para que durasen cinco años, llevan casi 45 y siguen. En esa época no existía la obsolescencia programada. Los aparatos se construían con las mejores características disponibles y su duración era la máxima posible. Ese es el caso de las sondas Voyager. Ambas naves llevaban generadores eléctricos nucleares, que son los responsables de que sigan funcionando sus instrumentos científicos. Incorporan un disco de oro con una selección de noventa minutos de música, saludos en 56 idiomas, 115 fotos y sonidos terrestres. En la actualidad viajan por la heliopausa, en donde la radiación del Sol pierde toda su intensidad y se inicia el espacio interestelar. Están tan lejos que sus señales tardan unas 20 horas en llegar a la superficie de la Tierra.