La amenaza de Facebook, ahora llamada Meta, de retirar sus principales servicios de la UE, con Facebook, Instagram o WhatsApp a la cabeza, no esconde más que la encarnizada lucha de algunas empresas de tecnología por extraer valor de los datos para luego poder venderlos. La legislación europea amenaza el modus vivendi de Meta, por cuanto le prohíbe traspasar los datos de los ciudadanos y usuarios europeos a sus servidores en EE.UU.
Según la legislación vigente, los países que conforman la UE, así como otro grupo de naciones, tienen un nivel adecuado de protección de datos de los usuarios. Entre esos países no se encuentran los Estados Unidos, por lo que las empresas tecnológicas norteamericanas no pueden realizar una transferencia de datos a los servidores radicados allí. Esto no solo supone un problema para Meta, sino para cualquier empresa tecnológica estadounidense que viva de los datos. Pero es la compañía fundada por Mark Zuckerberg la que más afectada se ve por esta legislación, ya que buena parte de sus ingresos provienen de la venta de los datos que le han cedido sus usuarios gratuitamente.
¿Logrará cumplir su amenaza? Lo cierto es que, al día siguiente del órdago, y tras ver que los dirigentes europeos apenas se inmutaban, Meta emitió un comunicado asegurando que no pensaba retirar sus productos de la UE. Aunque sí afirmó que la incertidumbre en torno a las transferencias de datos internacionales supone una amenaza a sus operaciones. No es para menos. Meta y sus marcas no solo obtienen información de valor para sus intereses de los datos que les dan los usuarios cuando se registran, sino también de información de las conexiones de las personas, de las páginas que visitan, de los hashtags que consultan y utilizan, de los dispositivos desde los que se conectan o de las interacciones con otras empresas.
En definitiva, Meta se nutre y pervive gracias a la información que le ceden sus usuarios y al registro de cómo actúan dentro de sus redes. Sin esos datos, su negocio no sería el mismo. Porque su fórmula para generar ingresos no es poner en contacto a los usuarios, sino el valor económico de los datos que puede conseguir gracias a ellos. Sin eso, su negocio se va a pique. Por tanto, le preocupa mucho no poder utilizar los registros de los usuarios europeos.