Los «marcianos» de la bomba

Jorge Mira Pérez
Jorge Mira EL MIRADOR DE LA CIENCIA

OPINIÓN

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14 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El impulso del proyecto Manhattan (creador de la primera bomba atómica) no se detuvo en 1945. En 1951 los EE.UU. ya consiguieron la llamada bomba H (de fusión nuclear de hidrógeno), mucho más potente que la de Hiroshima. Los soviéticos la consiguieron en 1953. Las personas que lideraron ambos proyectos fueron los físicos Edward Teller y Andrei Sajárov (el ruso acabó siendo icono del pacifismo y Premio Nobel de la Paz). Teller fue uno de los 18 geniales científicos húngaros que propulsaron el desarrollo científico-tecnológico estratégico de los EE.UU., no solo en la carrera nuclear, también en otros campos como la computación (von Neumann) o la aeronáutica (von Karman). Por su asombroso talento y parecido perfil (judíos que habían emigrado a EE.UU. para escapar de los nazis, o tras la ocupación soviética de Hungría en 1956) fueron apodados los marcianos. De esa generación solo quedan dos vivos: John Polanyi (Premio Nobel de Química) y Peter Lax (Premio Abel, el equivalente al Nobel en matemáticas). Lax estuvo en Galicia a través del Programa ConCiencia y, durante esa estancia, nos habló de su participación en el proyecto Manhattan y de lo claro que tenían los marcianos trabajar en la bomba para parar a Hitler, porque habían sufrido directamente sus acciones. Teller fue más allá, al ser la principal figura científica que abogó por la carrera nuclear contra los soviéticos. Por cierto, en los años 50 fue de los primeros en alertar sobre los peligros del cambio climático por la quema de combustibles fósiles.