El marisco, la dieta y «MasterChef»

Uxio Labarta
Uxío Labarta CODEX FLORIAE

OPINIÓN

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19 may 2022 . Actualizado a las 04:49 h.

Hace unos años, el ecólogo Carlos Duarte publicó un trabajo en el que reunía evidencias científicas multidisciplinares, desde la paleoantropología a la fisiología, oceanografía y ecología, que respaldaban la hipótesis de que la alimentación de los seres humanos con el pigmento natural ocre rojo y los mariscos de concha proporcionaban omega 3, yodo, hierro y otros nutrientes. Y este uso combinado del ocre rojo, rico en hierro, y los mariscos sería el desencadenante de los procesos evolutivos que soportaron el crecimiento exponencial del cerebro humano en el período comprendido entre 200.000 y 50.000 años antes del presente.

A la vez que con esa hipótesis se abría una nueva perspectiva para abordar futuros desafíos de salud, sobre todo aquellos relacionados con trastornos cerebrales, implicaba considerar los productos del mar como fuente de los ácidos grasos poliinsaturados omega 3, principalmente el ácido docosahexaenoico (DHA) y el ácido araquidónico (AA), ambos necesarios para la salud del cerebro, el sistema nervioso y el embarazo, al igual que el hierro. Productos todos ellos esenciales, pero que, al no poder sintetizarlos, necesitamos ingerirlos en la dieta.

Galicia es la mayor productora europea y la segunda mundial de mejillón. También se producen —pocas—, o se importan —muchas—, almejas y berberechos, dando por junto, producción e importación, un consumo de cantidades sobresalientes. Por ello, y salvo que se cumplan algunas de las más catastróficas especulaciones ambientalistas, no parece que la población menguante de los gallegos, e incluso la creciente de los visitantes, tenga de qué preocuparse si procura mantener una dieta con aporte de productos marinos.

Por más que ayer este periódico recogiese —el mejor cocinero es un microondas— los cambios producidos en el mundo de la restauración por los productos precocinados o productos de quinta gama. Un cambio que habrán podido detectar bien por la uniformidad en las ofertas, bien por la similitud de gustos del mismo plato en diferentes bares o restaurantes. También el lunes, el programa MasterChef de TVE, en una presentación de «productos alimenticios en peligro de extinción (sic)», sí, en peligro de extinción, ha incluido el mejillón. Al parecer porque «la calidad y el grosor de la concha disminuye a pasos agigantados, por lo que el molusco queda indefenso y muere». Los gallegos no tenemos suerte con MasterChef. Ahora anuncian la desaparición del mejillón, nuestra fuente propia de omega 3, aminoácidos, betaína, minerales o vitamina B12. Y sus sabores: Miranda, Aguiño, Xidoiros o Bueu, por un decir. ¿Será cierto?