El momento autonómico de la cohesión UE

Simón Rego Vilar CONSELLEIRO DO CONSELLO DE CONTAS DE GALICIA

OPINIÓN

Robert Ghement

27 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Decía Charles Lindblom, el padre del análisis incremental, en La ciencia de salir del paso, que «una secuencia veloz de pequeños cambios puede alterar radicalmente el statu quo más rápidamente que reformas de gran calado que se dan con mucha menor frecuencia». En el ámbito de la gestión de fondos europeos, ese momentum para las reformas de gran calado se da una vez cada siete años, con la aprobación de la planificación de los fondos estructurales y de inversión de la UE vinculados al Marco Financiero Plurianual, el presupuesto de la UE a largo plazo: 1,07 billones de euros. En los últimos tiempos, el debate en torno a los fondos europeos parece monopolizado por los fondos Next Generation, obviando la importancia, especialmente en el horizonte post 2023, de los fondos de la política de cohesión, el principal programa de inversión del presupuesto de la UE 2021-2027.

Resulta imposible negar la relevancia del instrumento de recuperación Next Generation EU, dotado de 750.000 millones de euros, de los cuales están asignados a España 69.513 millones de euros de ayudas no reembolsables, a recibir en ocho tramos en función del cumplimiento de hitos (cualitativos) y objetivos (cuantitativos), no de gastos realizados; a los que en breve se añadirán las transferencias adicionales derivadas del diferencial de crecimiento del PIB real en el período 2020-2021, el programa Repower EU, para reforzar la independencia energética de Europa, y los préstamos del Mecanismo de Recuperación de Resiliencia (70.000 millones). El 70 % del plan original debe estar ejecutado antes de fin del 2024 y en su totalidad al concluir el 2026. El impacto en Galicia a día de hoy de estos fondos: se han transferido para la gestión autonómica directa 907 millones de euros, bajo tres rúbricas principales —transición verde, protección social y digitalización—, y la Administración General del Estado gestiona directamente 758 millones de euros en Galicia, bajo las rúbricas principales de redes nacionales y transeuropeas de transportes, intermodalidad e industrias y pymes.

No obstante, las hojas del Next Generation no nos deben conducir a perder la mirada del horizonte estratégico de la cohesión y sus diferencias. La política de cohesión está orientada al objetivo a largo plazo, hasta junio del 2030, de la convergencia territorial en la Unión y en España, no se configuran como un instrumento temporal (2026) de respuesta inmediata a los retos económicos y sociales post pandémicos. Una vez remitido el pasado 16 de junio, el Acuerdo de Asociación de España 2021-2027, que recoge las líneas estratégicas y prioridades de inversión para los 59.772 millones de euros (un 15 % más que en el período 2014-2020) destinados al Feder, FSE+, Fondo de Transición Justa y Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y de Acuicultura, llega el momento autonómico de aprobación de los programas de inversión de estos, y de definición en el marco de las transiciones gemelas (ecológica y digital) de las transformaciones que marcarán el futuro de las próximas generaciones en Galicia. La cohesión no debiera convertirse en la sombra que se diluye por el muro de los Next Generation, no puede convertirse en el Harry Lime (Orson Welles) de El Tercer Hombre. Es el momento autonómico de las reformas de gran calado vinculadas a la cohesión UE.