Unos grados que no lo eran

Francisco Ríos Álvarez
Francisco Ríos LA MIRADA EN LA LENGUA

OPINIÓN

Juan Carlos Caval | EFE

17 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Si alguien duda de la existencia de los duendes de imprenta, puede preguntarle a un ilustre hombre de ciencia que este verano fue víctima de esos malvados. Estaba en pleno auge el debate sobre las medidas encaminadas a lograr un ahorro en el consumo de energía y nuestro personaje aportó su análisis, prudente y riguroso como siempre. En su texto se mencionaban varias temperaturas y los lectores pudieron ver cosas como 14 oC o 27 oC. Un disparate a ojos de personas rigurosas, como nuestro autor, que había tecleado oC creyendo que escribía el símbolo del grado Celsius. La diferencia más perceptible entre un texto y otro es el subrayado del carácter que precede a la C.

El cambio de o por o se debió a que el autor empleó en su ordenador la tecla que suele estar a la izquierda del 1. En el teclado usado para escribir este artículo, en esa tecla hay una a y una o subrayadas. Al pulsarla, con fuentes tipográficas como Times New Roman o Georgia, por ejemplo, aparecen aquellas letras sin subrayar, pero en otras fuentes están subrayadas. El texto del analista fue volcado en la imprenta a una de estas últimas y se produjo el accidente. La o se convirtió en o.

La cosa no tendría mayor importancia si se tratase de poner la letra o, pero no es esta lo que precede a la C en el símbolo del grado Celsius, sino un pequeño círculo que apenas se distingue de la o volada, incluso cuando aparecen juntos: ° y o. Ese carácter se puede obtener directamente. En Windows, por ejemplo, tecleando Alt + 248. Lo cual evita accidentes como el que venimos comentando. A él se arriesgan quienes escriben una o volada con la tecla de marras en vez del símbolo de los grados (°). Las letras voladas o superíndices son las mismas que las normales, pero tienen un tamaño menor y se colocan en la parte superior del renglón, como se ve en la abreviatura de tercer: 3.er.

La escala termométrica Celsius emplea el grado Celsius, cuyo símbolo es °C. En 1948 reemplazó en el sistema internacional de unidades al grado centígrado, aunque son mayoría los que siguen empleando indebidamente este nombre. Es más prudente quedarse en grados, sobrentendiendo que se trata de grados Celsius. Así, la Ortografía recomienda que cuando no se especifica la escala se escriba el símbolo ° pegado a la cifra que lo precede (27°), y que si se indica la escala, se emplee el símbolo correspondiente, separado un espacio del número (27 °C).