De la misma forma que se usan la saliva y la orina para detectar problemas de salud, también se están usando las lágrimas para detectar afecciones de diversa índole.
El equipo de Fei Liu, ingeniera biomédica en Wenzhou (China) y Luke Lee (Harvard), con unas gotas de lágrimas detectan enfermedades oculares y vislumbran la diabetes (Muy Interesante, nº 496, septiembre 2022). También quieren usar las lágrimas para detectar otras enfermedades como la depresión o el estrés emocional.
Mi nieto, Javier de la Cruz Casalderrey, flamante ingeniero biomédico por la Universidad de Vigo, acaba de superar el examen de grado defendiendo el trabajo «Lentes de contacto como plataformas de detección de biomarcadores metabolómicos en lágrima». La metabolómica estudia las sustancias llamadas metabolitos, presentes en las células y en los tejidos.
En el trabajo se señala la creciente importancia de las lágrimas como fuente de biomarcadores tanto de enfermedades oculares como sistémicas (las que afectan a todo el cuerpo). Se están obteniendo resultados muy prometedores en el diagnóstico del síndrome del ojo seco, glaucoma, cáncer de mama, esclerosis múltiple, párkinson y fibrosis quística, entre otras afecciones.
Se ha desarrollado una nueva tecnología para la identificación de biomarcadores metabolómicos en fluidos lacrimales. Para ello se han fabricado lentes de contacto con nanoestructuras que mejoran las metodologías tradicionales.