Partiste cuando aún no lo esperábamos

Alfonso J. Villagómez Cebrián

OPINIÓN

El magistrado ourensano despide a su hermano, Marco Villagómez Cebrián

07 oct 2022 . Actualizado a las 08:03 h.

Sin decir un adiós. Me hubiese gustado despedirme de ti con un fuerte abrazo. Pero las circunstancias de la vida no son como uno las quiere, sino como la marca el cruel destino. Sé que solo te nos adelantas en salir de este mundo, cada vez más insufrible.

Hermano, fuiste un hombre de bien, un académico, un profesional, luchaste por tus sueños. Sin embargo la muerte oscura no te dejó continuar. Recuerdo como con tanto esfuerzo e ilusión sacaste tu cátedra de Derecho Procesal en la Universidad de Vigo, hace más de dos décadas, como culminación de un trayecto que comenzaste brillantemente en la Universidad de Santiago, con premio extraordinario en la licenciatura en Derecho. Y, continuase con mucho sacrificio para obtener  el doctorado  en la Universidad de Bolonia, y con tus clases magistrales en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid.

Me resulta difícil separarme de tus recuerdos, del niño alegre que comía caracolas, «cocoles», como los llamabas inocentemente cuando los señalabas a papá y a mamá al llevártelos a la boca en la playa de Panxón; y del hombre adulto de aire extranjero, luchador infatigable por sus dos hijos, José y Alejandro, que vivirán con tu recuerdo y ejemplo el resto de sus vidas.

Hermano cuando el dolor nos rompe y difícilmente soy capaz de entrelazar estas palabras, solo quiero que sepas desde allá arriba, junto a papá, que te queremos, que siempre te hemos querido.