Ucrania, la guerra sangrienta de los drones suicidas

OPINIÓN

La tecnología hace mucho más fácil... la guerra. Desde hace milenios los ejércitos han sido uno de los principales beneficiarios del desarrollo tecnológico, permitiendo desde ganar batallas hasta construir imperios. La tecnología está siendo también un factor clave para entender en buena medida la guerra en Ucrania.
Las deficiencias tecnológicas del ejército ruso, unidas a muchas otras como logísticas y estratégicas, explican su incapacidad para derrotar a las tropas ucranianas, dotadas de un armamento más avanzado enviado por Occidente. Rusia ni siquiera ha sido capaz de imponer su aplastante poderío aéreo que multiplica por diez la fuerza aérea ucraniana, lo que explica su decisión de llevar a cabo ataques con drones sobre Kiev y otras zonas.
Los drones ya habían jugado un papel en otras contiendas, como en la segunda guerra de Nagorno Karabaj en 2020, en cuyo desenlace fueron determinantes los drones turcos utilizados por los azeríes, y en múltiples operaciones selectivas del ejército de EE.UU. en Afganistán, Irak o Siria. Sin embargo, Ucrania puede ser la primera guerra de la historia con grandes campañas con drones, en la medida en que están siendo utilizados de forma extensiva y creciente por ambos bandos. De momento, nada hace pensar que puedan ser determinantes para la victoria, pero sí lo pueden ser para enmascarar la derrota o la debilidad, especialmente de Rusia ante su impotencia aérea.
El ejército ruso está utilizando drones con tecnología iraní, lo que no sorprende si tenemos en cuenta que Irán es el quinto país del mundo con el mayor número de graduados en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM). Ningún país europeo supera a Irán en número de graduados STEM. ¿Por qué no utiliza Putin sus propios drones militares de fabricación rusa? Todo parece apuntar a problemas de ineficiencia probablemente heredados de la era soviética. El Ministerio de Defensa ruso reconoció hace apenas unos días que los drones militares de fabricación rusa no cumplen con los requisitos técnicos ni tácticos exigidos por el gobierno.
Los avances tecnológicos no sólo los estamos viendo en el campo de batalla, sino también en el terreno económico. Adivinen cómo ha comprado Ucrania cientos de drones que está utilizando en combate. Exacto, con criptomonedas. La guerra de Ucrania puede dar lugar a un gran salto tecnológico a costa de miles de vidas y de millones de heridos y desplazados, lo cual podría situarnos ante lo que podrían ser las guerras del futuro, pero llevando a la humanidad hacia el pasado.
Tecnología y moral están del lado de Ucrania como factores determinantes para ganar la guerra. Sin embargo, Rusia tiene en la manga la mayor baza tecnológica: la atómica. Ucrania está poniendo en evidencia que Rusia es una potencia militar venida a menos, con graves problemas tecnológicos, estratégicos o logísticos, pero sigue siendo la mayor potencia nuclear del mundo. Y esa, de momento, sigue siendo la mayor tecnología militar.