Todas locas

Alba Taladrid AL DÍA

OPINIÓN

OSCAR CELA

29 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Todas locas. El chascarrillo me retumba en la cabeza. Y lo triste es que es verdad. Antes era un chiste fácil machistoide en las sobremesas con amigos, o eso creía yo, pero ahora escribo con la mente y la mirada empañadas, porque no he dormido. Ahora tengo insomnio. Si lo llega a ver mi abuela… Y como no duermo leo al instante un wasap a las 6 de la mañana que me cuenta que mi amiga S se ha roto, que no puede más y que necesita frenar el mundo una temporada (va a ser muy corta, ya lo verás, querida). S llevaba algún tiempo tomando ansiolíticos, es cierto… pero el problema es que no es S, es que ahora en las sobremesas de mi pandilla se recitan nombres de ansiolíticos en vez de marcas de ginebra.

Con lo largas que son las noches en vela, me da tiempo a pensar en un artículo reciente de La Voz que me ha dejado más poso del que creía. Tamara Montero entrevista a una pareja de escritores noveles que reflexionan sobre el hastío mental y vienen a decir algo así como que una renta básica ahorraría a muchos el psiquiatra. Releo y asiento con la cabeza cuando se habla de dinámicas que retroalimentan el sufrimiento personal. Claro que hay un porqué. No todo nuestro desaliento es etéreo, no hay una disfunción emocional detrás de cada amiga que va a terapia. Hay razones palpables, que entre la rabia y la falta de sueño se reivindican con luces de neón como obviedades que hemos querido obviar. ¿Acaso no es puro sentido común concluir que una sociedad más justa sanaría buena parte del dolor? ¿Que un entorno en el que nadie esperase de S que cada mañana se enfunde un traje de superwoman —de la talla 38 y sin una arruga— para trabajar como si no criase, y criar como si no trabajase, le ahorraría la baja médica? ¿Que si no recayesen en nosotras el 90 % de los cuidados de personas dependientes tomaríamos menos antidepresivos? ¿Que si la carga mental también fuese compartida repartiríamos las dosis de insomnio? ¿Que la corresponsabilidad es salud mental?

Tal vez las enfermas no son solo las que tienen prescrita medicación. Puede que nosotras estemos agotadas, exprimidas física y emocionalmente. Pero quien está enfermo es un sistema —económico, político, social— que no entiende que somos demasiadas e importamos demasiado para diagnosticarnos en dos palabras.