Un Gobierno demediado

Xose Carlos Caneiro
Xosé Carlos Caneiro EL EQUILIBRISTA

OPINIÓN

ZIPI | EFE

06 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El maestro Italo Calvino publicó El vizconde demediado en 1952. Entonces aún no habían nacido ni Pedro Sánchez ni Pablo Iglesias. El PSOE ya llevaba varias décadas de existencia, pero aún no se había engendrado Podemos. Nadie sospechaba, tampoco, que España gozaría desde 1975 de un período de progreso como nunca antes en su historia. Que viviésemos una democracia plena y un desarrollo sin igual era una idea que pertenecía al orden de lo fantástico. Fantástica y genial es la novela a la que me refiero. Narra la historia del vizconde de Terralba. El hombre es partido por la mitad como resultado de un cañonazo de los turcos. Debía fenecer. No lo hizo. Siguió existiendo multiplicando su vida por dos. Dos mitades continúan con vida pero de manera separada. Cada una de esas mitades piensa distinto. Hay dos vizcondes de Terralba. Uno vive en un castillo y el otro en el bosque. Uno disfruta haciendo y deshaciendo lejos del sentido común. El otro aparenta ser mucho más razonable. Finalmente, como esa vida partida en dos resultaba lesiva, Trelawney, el doctor de la corte, cose ambas mitades y el vizconde vuelve a ser uno.

Ya he señalado en más de una ocasión la querencia que siento por Calvino. Es un autor mayor. Sus novelas son metáforas de la existencia, puras, bien trazadas, astutas y cordiales con el lector. Menos cordial es el Gobierno que dirige España. También, como el vizconde, está partido por la mitad. Si una parte, con doce ministros, acude a Marruecos a una cumbre de alto nivel (tan alto que Mohamed VI no recibió a Sánchez); la otra parte afirma que ellos nada quieren saber del asunto. Todo se originó en el cambio de postura del Gobierno español con respecto al Sáhara. Sánchez, por su cuenta y riesgo, mudó una política de décadas implementada por ejecutivos de derechas o de izquierdas. Podemos se niega a trocar sus planteamientos sobre Marruecos. Para entendernos, Podemos va por su lado.

Lo mismo sucede con la penosa ley del «solo sí es sí». Digo penosa porque casi cuatrocientos condenados por abusos sexuales, violaciones y maltrato a las mujeres han visto reducidas sus penas o han salido de la cárcel. Es repugnante. Inasumible. En cualquier país civilizado, los responsables de la redacción y aprobación de la ley ya estarían «dimitidos o cesados». Aquí no ha pasado nada. Añado: si esta ley se sancionase con un gobierno de derechas, ahora mismo estaría España entera puesta en pie. Manifestación a manifestación. Dimitida la ministra. Quizá dimitido el presidente. ¿Por qué no sucede lo mismo bajo gobernanza de PSOE y Podemos? ¿Por qué unos quieren modificar la fallida ley y otros no? Es algo difícil de asimilar. La respuesta está en El vizconde demediado. Allí podemos leer: «Cada encuentro de dos seres en el mundo es un desgarrarse». El encuentro de la coalición de gobierno PSOE/Podemos también ha sido un desgarro. Para España, principalmente.