¿Tiene un niño con déficit de atención?

Juan Trigo SECRETARIO DEL PATRONATO DE LA FUNDACIÓN INGADA

OPINIÓN

JOSE PARDO

28 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Las familias con hijos con déficit de atención pueden optar por diferentes caminos para intentar ayudarles. Para poder elegir la ruta adecuada es importante que cuenten con información veraz de calidad. Desde la Fundación Indaga defendemos el camino de la evidencia científica, de la investigación, y de la formación continuada de los profesionales implicados por las vías internacionalmente aceptadas que implican una acreditación oficial. El TDAH es un trastorno del neurodesarrollo de origen neurobiológico, citado claramente como tal en el DSM-V (Manual Diagnóstico y Estadístico de la Academia Americana de Psiquiatría), la CIE-11 (Clasificación Internacional de Enfermedades, de la OMS), en el que la suma de factores genéticos y ambientales son determinantes para que una persona lo padezca.

Decir que el TDAH no precisa de un diagnóstico por parte de un profesional sanitario resulta, cuando menos, atrevido. De la misma forma que si de una depresión, una diabetes, un hipotiroidismo o un asma se tratase, realizar un diagnóstico clínico requiere de una formación, capacitación y acreditación de la que otros profesionales carecen. No se debe encargar la responsabilidad del tratamiento adecuado a los profesores, orientadores o la familia, ya que evidencia un profundo desconocimiento sobre las bases neurobiológicas del TDAH y su característica disfunción ejecutiva. Con todo esto, habremos dibujado el esquema perfecto para que todo el proceso diagnóstico y terapéutico fracase. Apelando a la responsabilidad y ética profesional a la que cada uno nos debemos, lo más constructivo es aportar el conocimiento específico de cada una de las disciplinas implicadas (clínicos, investigadores, docentes, orientadores, etcétera) a equipos de trabajo multidisciplinares que integren el abordaje óptimo del TDAH.

Poner en valor el papel fundamental de los departamentos de orientación en la valoración psicopedagógica, la importancia de aplicar las medidas de atención a la diversidad (establecidas oficialmente en nuestra comunidad autónoma-decreto 229/2011) por parte de los docentes, realizar psicoeducación a la familia, ofrecer psicoterapia cognitivo-conductual y tratamiento farmacológicos —según las necesidades y gravedad de los síntomas— partiendo de un diagnóstico preciso y riguroso por un profesional de la salud… suponen una forma de trabajo avalada por las guías clínicas y sociedades científicas nacionales e internacionales (guías NICE, guía de la Federación Mundial del TDAH). Además, permite trabajar en equipo, asumiendo cada uno su función específica. Nuestros pacientes, alumnos e hijos merecen una atención de calidad, responsable y ejercida desde la máxima profesionalidad.

Asumamos cada uno el rol que nos corresponde y construyamos una estructura sólida para el abordaje multidisciplinar del TDAH en la que todos seamos piezas importantes. Seguramente saldremos fortalecidos y las familias de las que hablábamos al principio no tendrán que pensar cuál es el mejor camino.