Regular el teletrabajo implica dificultades, pero es posible y vale la pena»

OPINIÓN

Eduardo Parra

29 abr 2023 . Actualizado a las 12:41 h.

Teletrabajo, ¿opción o derecho?

Lunes. Suena la alarma a las 6 de la mañana. De la cama a la ducha y empiezo a trabajar, en piloto automático, repasando mentalmente mi agenda de hoy. Pienso en si eché gasolina o si me toca bus. Si voy en bus, no me da tiempo a desayunar. Entro en la oficina a las 9 y salgo a las 18 horas. El 50 % de mi día por un salario para vivir. Para vivir, me queda el otro 50 % del día. Para mi descanso, mis aficiones, mi vida social, mi familia y mis deberes como ciudadana del mundo. El tiempo es oro, pero, me pregunto, ¿es siempre remunerable? ¿Cuál es el coste de oportunidad si renunciamos a dedicar tiempo a nuestra vida personal?

Nuestro entorno y el ritmo de vida siempre han sido cambiantes, dinámicos, frenéticos. La pandemia nos puso en pausa y tuvimos que adaptarnos para sobrevivir. Lo hicimos demostrando que se puede teletrabajar. Sí, la regulación del trabajo remoto implica dificultades, pero es posible y vale la pena dejarlo encima de la mesa. Esta modalidad se nos ha metido en casa durante el confinamiento y sus ventajas se han quedado en el paladar de aquellos que la hemos experimentado. En esta actualidad de lucha por la conciliación, precariedad laboral, diversidad familiar y de imperativa necesidad de mejorar la calidad de vida: teletrabajo, ¿opción o derecho? Cristina Benítez. Llucmajor (Islas Baleares).

Estafar a la sociedad

Leo, escucho y ya no callo: ¿de verdad que nadie fue testigo o consciente del maltrato de esa familia de Alcorcón? ¿Cómo es posible que un médico, que en teoría tiene que cuidar, curar y evitar dolor y enfermedad, sea el máximo culpable de los horrores padecidos por estos niños? ¿Cómo es posible que vecinos y profesores no se dieran cuenta mucho antes? La madre, único testigo, ha consentido con su silencio, esa «mano que mece la cuna». Sin palabras.

No se puede mirar para otro lado, quedarse quietos ante la barbarie de unos malos tratos por parte de una persona, que por cierto, sigue yendo al hospital después de todo. Ojalá se haga justicia de verdad. Sole Morais Vicente. Betanzos.

Planetarios

Marcianos, jupiterinos, mercuriales, venusinos, saturnios… toda una fauna planetaria pulula a diario por calles, plazas, pueblos y ciudades del territorio patrio. Así, no es nada difícil ver y oír marcianadas. Tampoco, toparse con personas para las que el día pareciera tener menos de diez horas, como en Júpiter. Los hay que andan más quemados que un vecino de Mercurio, en la terraza de su casa y sin piscina. Están los que sueñan con unas vacaciones, pagadas, con la duración de los días en Venus: 5.832 horas. Tenemos, también a los que comen, cual Saturno devorando a sus hijos, sin tener hambre… Y, por supuesto, a los terrícolas de toda la vida, pobladores en algún lugar de los 510 millones de kilómetros cuadrados del punto azul pálido, quienes, expulsados del Edén por mordisquear una mísera manzana, sobrellevan como buenamente pueden el precio del alquiler, la inflación, el euríbor… y a la clase política. F. Javier Santos. Porto do Son.

Robo de cisnes en la ría del Burgo

Por tercer año consecutivo, la pareja de cisnes que anida junto al puente Pasaje (en la caseta de mariscadores que hay a 300 metros del puente) ha tenido crías. Dos nacieron el lunes pasado y hay un huevo más pendiente. Como todos los años, algún delincuente se encarga de robar los pollos, posiblemente con ánimo de venderlos. Hemos llamado al Seprona, que nos dice que no puede poner un guardia en cada nido.

En el 2021 nacieron cuatro pollos y los robaron (ese año solo hubo un pollo más en la ría, el único que salió adelante en estos años). En el 2022 había tres pollos y también los robaron.

Posiblemente, el del Pasaje sea el único nido con pollos este año, como ocurrió el pasado: las grandes mareas y las obras de la ría han destruido otros nidos y los lugares de puesta habituales. A día de hoy solo quedan doce cisnes en la ría. Si les siguen robando los pollos acabarán por irse. Pablo Rodríguez. Perillo (Oleiros).

Feria de Abril y maltrato de caballos

La Feria de Abril no debe permitir el abuso y el maltrato de los animales, que son una parte esencial de la tradición. Un caballo que se cayó al suelo desmayado, debido probablemente a la falta de agua y a la

exposición a altas temperaturas, ¿tiene que aguantar que dos hombres lo obliguen a levantarse a base de puntapiés? Los caballos no pueden ser explotados en beneficio de la diversión y el entretenimiento humano. Noelia Enríquez Carretero. Santa Perpetua de Mogoda (Barcelona).

Más cartas al director

Cómo participar

Por correo electrónico a cartasaldirector@lavoz.es o por correo postal a la siguiente dirección: Avenida da prensa, 84 y 85. Sabón, 15143 Arteixo (A Coruña).

Las cartas no deben exceder de 20 líneas y se identificarán con nombre, domicilio, DNI y teléfono del autor. La Voz de Galicia se reserva el derecho de extractar los textos. No se informará sobre las cartas recibidas.