Cabo Ortegal se hunde

Juan Ramón Vidal Romaní CATEDRÁTICO EMÉRITO DE GEOLOGÍA DE LA UDC. ACADÉMICO NUMERARIO DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA DE CIENCIAS

OPINIÓN

FRANCISCO CANOSA MARTÍNEZ

09 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Es un acantilado de los más altos de Galicia, después del Barbanza. Ya a los participantes de la Geolodía 2014, celebrada en A Coruña, les llamó la atención los movimientos de tierra que se observaban a lo largo de todo el borde del acantilado entre Cedeira, la capital del geoparque, y Cariño, el alma máter de los estudiosos de la geología de Ortegal. Se observaron ya entonces detalles como el basculamiento del cruceiro de la iglesia de santo Andrés y también un proceso de creep acelerado apreciable en la vegetación de toda la vertiente oeste del acantilado. Y por supuesto, el deslizamiento rotacional que afecta al núcleo rural de San Andrés de Teixido.

Con el océano bordeando toda la costa oeste de Ortegal se puede llegar a pensar que estos movimientos, que empiezan a casi 600 metros de altura y llegan hasta el mar, se deben a la erosión de las olas, pero en Galicia nada es lo que parece. Para empezar, los acantilados no son marinos, sino de origen tectónico, y fueron producidos durante la rotura de Pangea, hace aproximadamente 200 millones de años. Fue entonces cuando de la separación de sus fragmentos (ahora son los continentes) se originó el nacimiento del océano Atlántico. Si buscamos un ejemplo actual de cómo se formó cabo Ortegal deberíamos ir hasta el centro de África, al Parque Nacional de las Cataratas Victoria. Allí, la profundidad de la fisura que está rompiendo la Placa Africana, en donde se hunde el río Zambeze, aunque es vertiginosa solo tiene la sexta parte de altura de cabo Ortegal. Por eso el acantilado actual en Ortegal es de los llamados intraplaca y no es marino. Queda por explicar la extraordinaria altura de la costa aquí, de las más altas de Europa. Y esto es así porque durante la colisión hace 380 millones de años de las placas (Gondwana, Báltica y Avalona) —por la que se formó Pangea—, las rocas —que había entre esas placas— se comprimieron y plegaron sobre la zona de reunión que ahora es Galicia, donde aún se conserva parte del recubrimiento. En cabo Ortegal, las rocas plegadas son de las mas densas que se conocen: eclogitas y peridotitas levantadas hasta 600 metros de altura. Y es ahora la gravedad la que las arrastra hacia abajo, provocando los deslizamientos que se han activado, asustando a los habitantes de la zona. Y hay que estar atentos, porque lógicamente no se ha acabado todo.