
La insólita decisión de Pedro Sánchez de convocar las elecciones generales en la última semana de julio, con el país sometido habitualmente a unas altísimas temperaturas, lleva aparejada otra circunstancia que hace de estos comicios
La insólita decisión de Pedro Sánchez de convocar las elecciones generales en la última semana de julio, con el país sometido habitualmente a unas altísimas temperaturas, lleva aparejada otra circunstancia que hace de estos comicios