Las peripecias cotidianas de la vida del actor quedan siempre aparcadas entre bambalinas. Delante de la cámara o al frente del telón esa mochila se olvida al servicio del guion y el público. La serie Extras, de Ricky Gervais, convirtió hace muchos años la intrahistoria del mundo de la actuación en un agradable material de comedia. Mezclando realidad y ficción, el actor y director británico encarnaba a uno de esos intérpretes que van por los platós cubriendo huecos y rellenando escenas con el sueño de conseguir algún día un papel con diálogos propios. Se apoyaba, además, en grandes estrellas del cine, a las que deconstruía en pantalla. De los más de 160.000 actores que se han puesto en huelga en Hollywood muchos son caras famosas, pero son más los que necesitan pagar facturas como el Andy Millman de Gervais. Todos ellos protestan contra una industria del entretenimiento que se ha transformado de manera radical, entre plataformas e inteligencia artificial, dejando sus necesidades atrás.
Coincide esta crisis de modelo con el reciente estreno en HBO de German Genius, una sátira que reformula la vieja Extras para el mercado alemán con un peculiar giro histórico. El actor Kida Khodr Ramadan se interpreta a sí mismo para poner al día algunos de los problemas del gremio. La idea de esta metaficción es mejor que el resultado final, pero resulta interesante.