Corea del Sur es uno de los países más prósperos y avanzados del mundo, pero no ha tenido una historia fácil. El establecimiento de la república actual en 1948, tras la larga y traumática ocupación japonesa de 1910 a 1945 y que aún sigue lastrando el imaginario común de este país resiliente, junto con la guerra que mantuvo de 1950 a 1953 con su hermano del norte, no ha sido fácil. Pero este estado asiático ha hecho del esfuerzo común, la disciplina y la voluntad de superación el leit motiv de su increíble recuperación. De ser un país subdesarrollado, pobre y agrícola, ahora es la 14ª economía más importante del mundo, uno de los más desarrollados tecnológicamente y con mayor calidad de vida. Sus 50 millones de habitantes tienen uno de los índices de renta per cápita más altos del mundo.
Japón, su vecino y ex país ocupante, con el que las relaciones siempre han sido tensas, también tiene tras de sí una increíble trayectoria de superación. Tras ser uno de los estados derrotados en la Segunda Guerra Mundial, vivir el trauma de los dos bombardeos nucleares en Hiroshima y Nagasaki y tener que aceptar la sumisión a EE.UU., hoy es la tercera economía del mundo. Sus 126 millones de habitantes y sus más de 300.000 kilómetros cuadrados de extensión lo convierten en uno de los países más densamente poblados y también con una altísima renta per cápita.
Por su parte, EE.UU., primera economía mundial, con más de 9 millones de kilómetros cuadrados y una población de más de 340 millones de habitantes, comparte con los dos estados asiáticos su interés por proteger estratégicamente su costa del Pacífico del país que pretende erigirse en la segunda potencia mundial, China, y, ¿cómo no?, de Corea del Norte.
La suma territorial de Corea del Sur, EE.UU. y Japón y sus economías combinadas son superiores a China, aunque no así su población. Unidos pueden constituir un importante elemento disuasorio ante cualquier intento de expansión china, sin embargo, la reunión en Camp David no se saldará con un acuerdo de defensa mutua, solo colaboración. Un pequeño paso estratégico muy importante en un entorno hostil y volátil.