Se acabó

Tamara Montero
Tamara Montero CUATRO VERDADES

OPINIÓN

ISABEL INFANTES | REUTERS

28 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Digamos que los grandes cambios, esos que suponen un antes y un después, comienzan por cosas que a priori parece que no tendrán repercusión. Como aquel tuit en el que una actriz puso #metoo y acabó arrancando de cuajo el tupido velo de la violencia sexual en Hollywood y llevándose por delante a un depredador sexual que actuaba protegido por la impunidad de quien se sabe fuerte.

Digamos que millones de personas han asistido en directo, por televisión o en las redes sociales, a un proceso retorcido y normalizado: el del agresor que intenta convertirse en víctima y dejar a la agredida a los pies de los caballos. Y quizá haya sido más aterradora todavía que el propio discurso (sin quitarle mérito) la ovación que se llevó al final quien se permitió vejar una y otra vez a las mujeres desde un atril convertido en púlpito. Pero con lo que no contaban era con que el gesto valiente de una sola que se atrevió a decir que ya basta iba a impulsar este cambio. #SeAcabo, esa frase de repudia con la que las jugadoras se han plantado ha trascendido las redes para convertirse, como aquel a mí también americano, en el símbolo de un cambio. Se acabó la impunidad, se acabó la luz de gas, se acabó justificarse en un consentimiento que no existe o está viciado. Se acabó la revictimización, el juicio severo a las mujeres, el silencio y se acabó mirar para otro lado. Hasta aquí. Hasta aquí hemos llegado.