Pero, ¿cuál es el problema?

Fernanda Tabarés
Fernanda Tabarés OTRAS LETRAS

OPINIÓN

Eduardo Parra | EUROPAPRESS

20 sep 2023 . Actualizado a las 13:57 h.

Claro que las lenguas son mucho más que un artefacto para comunicarse. Por eso, en el Parlamento Europeo hasta los diputados del PP hablan español, aunque el argumento de la comodidad o el ahorro les obligaría a utilizar el inglés que todos comparten en los pasillos. Claro que una lengua es más que un conjunto de letras y fonemas. Por eso el PSOE votó ayer a favor de que se hablen las cuatro lenguas del Estado en el Parlamento y hace unos meses dijo que no. Pero, al margen de esto, lo que ayer pasó en el Congreso fue emocionante: por primera vez los diputados pudieron hablar en los idiomas oficiales de España, los que enseñamos a nuestros hijos, una manifestación de riqueza, pluralidad y respeto que ha puesto de los nervios a algunos. Apelan estos, por ejemplo, a lo carísimo que es el multilingüismo en una cámara que ha dedicado poco más de cincuenta mil euros a instalar los dichosos pinganillos. Es la misma cámara que en el año 2022 gastó seiscientos mil en cambiar los ordenadores de los diputados. Demagógico, pero cierto. A lo de ayer se ha opuesto el PP gallego, promotor de un «bilingüismo cordial» que ha fracasado. Hoy en Galicia se habla menos gallego que nunca. En los colegios, en los hospitales, en los súper, en el autobús, en los cines, en las discotecas de las ciudades del país no habla gallego ni el tato. Una tragedia, porque las lenguas son un patrimonio riquísimo que además es de todos. El catalán y el euskera también son míos. Y escuchar en el congreso esa diversidad es conmovedor y nos hace mejores. Él me anunció el otro día que, igual que ha sucedido con el aborto, con el matrimonio igualitario, con el divorcio, con la eutanasia… quienes hoy se hacen cruces porque en San Jerónimo se escuche a Castelao pronto renegarán de haber votado en contra.