Estos días los pediatras estamos recibiendo muchas peticiones de información sobre la inminente incorporación del virus respiratorio sincitial al calendario vacunal infantil. Más correctamente denominado calendario de inmunización infantil, como trataré de explicar en estas líneas. Las bronquiolitis afectan cada año alrededor de 100.000 niños menores de dos años, el virus respiratorio sincitial (VRS) es el que causa la mayor proporción de ellas y los casos más graves, con frecuencia precisan ingreso en unidades de cuidados intensivos neonatales o pediátricas. Todos los años hay fallecimientos por VRS, especialmente en niños muy pequeños con enfermedades de base. Causa también miles de asistencias a los servicios de urgencias y hospitalizaciones con toda la repercusión socioeconómica y emocional que representan. Diferentes motivos han hecho que a día de hoy no se tenga una vacuna eficaz en niños frente al VRS, entendiendo como vacuna aquella sustancia que introducida en el organismo estimulará a este a producir anticuerpos protectores frente a la enfermedad para la que este diseñada y así producir inmunidad. En el caso del VRS lo que se ha conseguido es producir los anticuerpos en laboratorio, son los propios anticuerpos frente al virus la sustancia que se administra para conseguir inmunidad. De ahí la necesidad de hablar de calendario de inmunizaciones, porque no todo son vacunas tradicionales.
Los neonatólogos hemos vivido un antes y un después en la historia de la enfermedad causada por el VRS desde que se autorizó el primer anticuerpo monoclonal frente al virus respiratorio sincitial para ayudar en la prevención de la bronquiolitis a los niños de mayor riesgo, los más prematuros o los que presentaban secuelas respiratorias derivadas de su prematuridad; ese medicamento llamado Palivizumab se autorizó por procedimiento centralizado en toda la Unión Europea el 13 de agosto de 1999, en España se empezó a utilizar en 2002. Así pudimos comprobar la drástica disminución de los casos en esa población que recibía el anticuerpo. Animados por estos buenos resultados en estudios pos-autorización y tras los ensayos clínicos pertinentes, se aumentaron las indicaciones del fármaco a los niños y niñas menores de dos años con cardiopatía congénita sintomática o hemodinámicamente significativa.
Recientemente se ha aprobado el uso de un nuevo anticuerpo frente al VRS, su nombre es Nirsevimab y está llenando en las últimas semanas páginas tanto de publicaciones científicas como de los medios de comunicación y divulgación general. A diferencia del anticuerpo del que disponíamos hasta ahora, este ha demostrado tener una vida media mucho más larga (solo sería necesaria una administración) y una actividad protectora mucho mayor. Estas características hacen que se haya considerado la extensión del beneficio de la profilaxis a más niños de los que la recibían hasta ahora. La necesidad de su administración mensual y su alto coste privó al Palivizumab de ser utilizado para una inmunización universal. Afortunadamente ahora, con acierto, desde Salud Pública se ha apostado por incorporar al calendario de inmunizaciones de los más pequeños la mejor alternativa actualmente existente frente al VRS. Galicia ha sido la primera comunidad autónoma en trabajar para que esta incorporación al calendario de inmunizaciones infantiles sea una realidad desde este mes; en estos días se está comunicando quiénes, cuándo y dónde se inmunizarán. Por supuesto esto será una gran ayuda para los niños que tengan contacto con el VRS, pero como para cualquier proceso infeccioso, lo ideal es intentar evitar este con medidas como el lavado de manos frecuente, utilizar mascarilla cuando consideramos que es necesario, evitar el contacto con adultos o niños mayores con infecciones respiratorias, evitar la exposición a ambientes concurridos o al humo del tabaco y favorecer el efecto protector de la lactancia materna.