Una «Mesías» turbadora

Beatriz Pallas ENCADENADOS

OPINIÓN

«La mesías»
«La mesías» Carla Oset / Sophie Koehler

29 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Acercarse a La mesías después de haber leído los elogios superlativos derivados de su estreno en el Festival de San Sebastián puede generar en el espectador un sentimiento confuso. Por muy simpáticos que caigan Javier Calvo y Javier Ambrossi, Los Javis, y todo lo que nos hayamos reído en el pasado con Paquita Salas, su nuevo trabajo no es un bocado de fácil digestión. No hay nada cómodo ni amable en sentarse, semana a semana, delante de una historia de terror psicológico en la que la religiosidad y la salud mental se combinan en un cóctel letal. Después de haber dejado reposar cada capítulo durante siete días, darle al play al episodio siguiente requiere coger aire para plantarse ante una serie turbia, aterradora y desquiciada. Pesa más, sin embargo, saberse dentro de una propuesta con aspiraciones, que se sale de los caminos trillados y los guiones mil veces reciclados.

La mesías supone un desafío añadido para aquellos a los que la maternidad, la paternidad o el apego hacia los niños les ha dado una sensibilidad extra hacia el sufrimiento infantil. Aquí los críos padecen, padecen mucho y se someten de forma tan sublime a la idea de culpa y de pecado que sus creadores parecen desmontar de un plumazo el dogma de Alfred Hitchcock que sostenía que nunca había que rodar con niños, ni con animales ni con Charles Laughton. Aquí los pequeños actores están sublimes en su dolor.