En A Coruña se detecta una demanda creciente de drogas y una recaída de viejos consumidores. La lucha policial abarca varios frentes: la prevención y la investigación
19 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Uno puede a veces tener la osadía de pensar que en 30 años ejerciendo una profesión ha visto de todo. Nada más lejos de la realidad. Los profesionales de la seguridad pública vivimos en un constante aprendizaje. La sociedad evoluciona a ritmo acelerado y la delincuencia, también. A cada paso que dan, la respuesta debe ser por parte de las instituciones rápida, concreta y eficaz. Las drogas, por desgracia, llevan años ensuciando las calles. Y si bien algunas como la cocaína o las drogas de síntesis pasan más desapercibidas al ojo del ciudadano, las derivadas del cannabis, la heroína, opioides, o el último llegado, el fentanilo, llevan consigo una delincuencia colateral que afecta a toda la sociedad.
En nuestra ciudad se detecta una demanda creciente y una recaída de viejos consumidores. Ello provoca un aumento de hurtos y robos. La lucha policial contra ella abarca varios frentes. El primero es el de la prevención, para lo que hacen falta agentes en las calles. El segundo es el de investigación. Este camino requiere muchos medios, mucho tiempo y mucho personal. Personal en constante evolución y formación y con muchas horas dedicadas a su trabajo. Aquí nos encontramos con el mayor problema, que los políticos, del color que sean, no han solucionado. Gestionar un servicio público como si fuese privado, basándose en estadísticas, no da resultado. Ello conlleva que se dediquen más efectivos a la multitud de denuncias que a la investigación de drogas, de la cual no hay tales denuncias. Las bandejas de los grupos se llenan de expedientes a la espera de ser investigados por falta de personal. A esto se suma un catálogo de puestos de trabajo obsoleto que no cubre las necesidades modernas. Así, la ciudad se ve con unos servicios bajo mínimos, sin patrullas suficientes y sin personal de investigación. No dude el lector que los policías sabemos dónde radican los problemas de inseguridad. Para darles solución se necesita gestión política que aporte medios humanos y materiales. Sin ello, las demandas ciudadanas permanecerán, por desgracia, en la bandeja más tiempo del deseable.
Marcos Franco, secretario general del SUP de A Coruña