Poder y querer

Manuel Blanco Desar
Manuel Blanco Desar EUROPA NOSTRA

OPINIÓN

MARCOS MÍGUEZ

26 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Veo azorado cómo la Comisión Europea piensa demandar otra vez al Estado español, ahora por no trasponer bien la directiva de conciliación. Menos mal que somos europeos, si no entre tanto enredo todavía estaríamos socialmente peor de lo que estamos y estaremos, a causa de la incuria en el orden de prioridades frente a quienes trabajan, contribuyen, votan y callan.

Recientemente, gracias al Derecho Social de la Unión, los pensionistas discriminados por no aplicar correctamente nuestro Estado la normativa europea de igualdad —han leído bien, de igualdad—, han conseguido que tenga que indemnizarlos por abocarlos a pleitear para así cansar a muchos, disuadirlos o que se mueran antes de cobrar.

Más aún, no todas somos iguales, puesto que hay proletarias, pequeño burguesas, grandes burguesas y vividoras, pero el Derecho Social europeo ha posibilitado que las empleadas de hogar, paradigma del auténtico proletariado con voto pero sin voz, puedan cobrar el seguro de desempleo antes de que el Estado español tenga a bien ocuparse de estas minucias, tan liado como está siempre en arreglar el medievo, estragado por los malditos visigodos que invitaron a venir a los bereberes por sus cuitas internas. Luego, cada visigodo se lo montó por su cuenta creando dizque reinos, hasta hoy.

El Estado español siempre pierde el tiempo en lo que no debiera. No tiene vergüenza alguna en liderar década tras década los peores datos europeos de abandono escolar prematuro, de desempleo juvenil y adulto y, lo más abominable, de pobreza infantil. Sus representantes andan a otras cosas. Cualquier tema les sirve con tal de no intentar arreglar estas míseras vergüenzas que padecen tantos conciudadanos. Y es que dicho Estado español no es España, como la Generalitat no es Cataluña, ni la Junta es Andalucía.

Europa, ampáranos a pesar de este nivel. ¿Alguien recuerda debates monográficos anuales en las Cortes sobre por qué los ciudadanos españoles sufren estas penalidades más que ningún otro ciudadano de la Unión? Imposible recordarlos. Solo hay declaraciones tautológicas y taumatúrgicas de ministros y subsecretarios… que luego saltan a instituciones internacionales o europeas para gozar por sus denodados y estériles sacrificios personales. Quien quiera profundizar, lea la Directiva 2019/1158 sobre conciliación, entre otras decenas que cabría recordar. Pero, ¿estamos a Rolex o a setas? Pues eso.