Boyero almuerza en Buenos Aires

Tamara Montero
Tamara Montero CUATRO VERDADES

OPINIÓN

27 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Apesar de que lo primero con lo que te das de bruces es con Robert de Niro explicando con maestría cuál es el matiz tan sutil como brutal de que alguien se dirija a ti con un boludo o un pelotudo; a pesar de que es una carta de amor tan larga a Buenos Aires que se ha quedado muy corta, demasiado corta para convertirse en declaración; a pesar de que hay más erotismo en los primeros planos de un bife de chorizo a caballo que en cualquier acercamiento íntimo que haya podido llegar a ser rodado; a pesar de que por sus venas late la importancia del intercambio intergeneracional, de cómo las relaciones, incluso las más insustanciales, nos modifican irremediablemente y de que nunca es tarde para amanecer, aunque sepamos que ya solo queda un número finito de comidas que disfrutar.

A pesar de que es profunda y obstinadamente porteña, en Nada hay algo radicalmente español. Manuel Tamayo Prats es crítico, es irreverente, un hombre mayor que ha dejado de entender bien hacia dónde camina el mundo que aún habita. Es impertinente, bien conectado, decadente, influyente y va algo corto de dinero. Nunca, jamás, pasa por el aro ni se adapta a la norma, ofensivo, ingenioso, desagradable y carismático a partes iguales. Nada es como ver a Carlos Boyero almorzando (gratis y torciendo el morro) en los mejores restaurantes de Buenos Aires.