Chiara Ferragni, sin filtros

Tamara Montero
Tamara Montero CUATRO VERDADES

OPINIÓN

Chiara Ferragni en la presentación de su docurreality en el 2021
Chiara Ferragni en la presentación de su docurreality en el 2021

18 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Se supone que es una verdad universal, uno de esos dogmas imposibles de cuestionar que nos acompañan todos los días: en las redes, como en la vida, tomar la parte por el todo es un fallo garrafal. Y, sin embargo, la sorpresa es mayúscula cada vez que queda patente que las redes no son la realidad. Ni se les acerca.

No es que haya filtros que maquillan caras, paisajes, emociones y casi hasta inteligencias. Ni que lo que queda fuera de campo en la fotografía perfecta diga mucho más del instante que la sonrisa eterna que te desafía desde el otro lado de la pantalla. Esta vez ha sido una estafa en toda regla. Chiara Ferragni, la empresaria, la bloguera, la modelo, la influencer, la reina de las redes sociales, ha sido multada —en realidad las empresas que gestionan la marca en la que se ha convertido esta persona— con un millón de euros por hacer publicidad engañosa. Por insinuar que comprando un postre navideño que costaba más del doble que su versión sin filtro de Instagram se estaba haciendo una donación a un hospital de Turín para adquirir equipamiento para tratar el sarcoma. Ni editando hasta el paroxismo hay posibilidad de mejorar la fotografía que encabeza desde hace unos días todas las búsquedas. El sinsentido de usar la salud de la infancia para arañar unas cuantas monedas.