Los abogados del turno de oficio están en huelga. Sus remuneraciones son insultantes, a pesar de que el demandante de justicia gratuita puede estar tranquilo, ya que la atención que va a recibir de los letrados y procuradores que le sean asignados va a ser exquisita. Tanto técnica como personalmente. Están apuntados en las listas del turno de oficio mayoritariamente por razones de vocación y de servicio a los más necesitados, pues los honorarios que reciben son escandalosamente bajos. Muchos piensan que actúan de oficio por no tener otros pleitos que defender. Totalmente falso: muchos de esos profesionales poseen rentables despachos, dedicando parte de su valioso tiempo a tan meritorio servicio. Y los que aún no tengan ese prestigio pronto lo tendrán, y seguro que seguirán, por propia voluntad, cobrando una miseria por una causa que privadamente podrían minutar por varias decenas de veces más. No se trata de pedir homenajes, solo que se reconozca su profesionalidad y se les remunere con algo más que una limosna que apenas les llega para cubrir gastos.