Dos años de guerra en Ucrania

Yashmina Shawki
Yashmina Shawki CUARTO CRECIENTE

OPINIÓN

CLEMENS BILAN | EFE

26 feb 2024 . Actualizado a las 16:22 h.

No hace ni un mes que hemos recordado el devastador efecto de la Segunda Guerra Mundial con la conmemoración del Día del Holocausto cuando llegamos al segundo aniversario de la guerra en Ucrania. El ataque coordinado a múltiples localidades ucranianas el 24 de febrero del 2022 marcó el inicio de una guerra sin sentido por la que un país como Rusia, el quinto mayor inversor en equipamiento militar del mundo, con un ejército cuyos efectivos multiplican por cuatro al ucraniano, por trece su potencia aérea, por cuatro sus vehículos armados y por dieciséis la flota de su armada no ha podido vencer a su enemigo. Aunque la cifra verificadas de civiles ucranianos fallecidos asciende a 10.582, el número real de víctimas, como en todos los conflictos, se desconoce. Las estimaciones para el 2023 eran de que al menos 315.000 soldados rusos habían fallecido o habían sido heridos, mientras que los soldados ucranianos muertos sumaban 70.000 y entre 120.000 y 180.000 los heridos.

Más de diez millones de ucranianos se han visto obligados a abandonar sus hogares y, de ellos, 6,4 millones son refugiados en el extranjero, siendo Alemania el país que ha acogido al mayor número, alrededor de 1,1 millones. Y, aunque también las cifras invertidas en armamento por ambas partes no han podido ser verificadas, lo cierto es que Kiev se encuentra en una difícil situación al no poder adquirir la munición que necesita para frenar el avance ruso.

La guerra, se encuentra en un momento complicado. Si bien los ucranianos han tenido que retroceder en algunas posiciones en un frente de más de 1.000 kilómetros de longitud, sus ataques estratégicos en el mar Negro han golpeado duramente las posiciones navales y la moral de los rusos.

Los ucranianos no consideran ninguna otra opción más que la victoria, pero la escasez de ayuda militar del extranjero, la parálisis en el frente y el apoyo más verbal que efectivo de la comunidad internacional está haciendo mella en una población que sobrevive como puede. Y es que, se sabe cuándo y cómo empiezan las guerras, pero nunca cuándo acaban.