Galicia será más fría y 40.000 kilómetros cuadrados más grande

Juan Ramón Vidal Romaní PROFESOR EMÉRITO DE GEOLOGÍA DE LA UNIVERSIDADE DA CORUÑA

OPINIÓN

Santi M. Amil

07 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Durante los últimos 17 años, dos grupos científicos —afirmacionistas y negacionistas— han estado en pugna por su diferente visión del cambio climático, pero finalmente se han puesto de acuerdo. Todos dicen que cuanto más hielo se funda en Groenlandia, más cerca estaremos de que se detenga la corriente marina llamada Amoc, con su consecuencia inmediata: el enfriamiento gradual de las costas atlánticas, América del Norte y Europa y el inicio de una nueva glaciación.

Un afirmacionista, Damián Insua, de la Universidad de Gante, ha modelizado en su ordenador los datos climáticos recientes, estableciendo que la nueva glaciación «podería chegar ata unha latitude de 50 graos norte, cubrindo parte do Reino Unido». Los negacionistas del equipo del Instituto Universitario de Geología, da Universidade da Coruña, han diseñado para Galicia su propuesta basándose en lo que ocurre en O Courel, Manzaneda, Xurés-Gêres, Ancares. Los resultados, publicados en el 2017, se obtuvieron estudiando espeleotemas de cuevas de O Courel. Corresponden a los últimos 550.000 años, en los que señalan los máximos alcanzados por los glaciares en Galicia durante las tres últimas glaciaciones. Del estudio paleoclimático asociado se deduce que durante las fases glaciares las lluvias eran muy abundantes en todo el borde norte de la Península (en las montañas serían de nieve que luego formó glaciares). Los espeleotemas de O Courel dicen también que el colapso actual de la Amoc se ha repetido al inicio de cada una de las veintidós glaciaciones registradas en el mundo durante los últimos 2,58 millones de años. Además de un incremento de lluvias y una bajada progresiva de temperaturas, la parada de la Amoc dará lugar a un descenso del nivel del mar (la vez anterior llegó a estar hasta 120 metros más bajo que ahora), lo que aportará a Galicia mas de 40.000 kilómetros cuadrados de nuevas tierras. También fluvializará las rías, que se convertirán en verdes valles, y las estaciones de esquí tendrán siempre nieve y hielo durante un período de 100.000 años. Y A Coruña y Oleiros no necesitarán proteger la costa con dunas cada invierno.