La cizaña

Eduardo Riestra
Eduardo Riestra TIERRA DE NADIE

OPINIÓN

Eduardo Parra | EUROPAPRESS

25 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Yo creo que sembrar la discordia entre los ciudadanos debería estar castigado en el Código Penal, sobre todo para aquellos que tienen funciones de representación. Los políticos deberían estar a favor de la convivencia y no dedicarse, como lo hacen, a escarbar en la basura, a olisquear, como un cerdo de las trufas, los asuntos más escabrosos y sacarlos a la luz con el fin de que nos enfrentemos unos a otros con saña. A uno lo que le apetece es enviar unos autobuses a la Carrera de San Jerónimo y trasladar a sus señorías al puerto de Barcelona para que embarcasen en un crucero que diera lentamente la vuelta al mundo, como aquel barco del holandés errante.

Yo no sé si el Gobierno de la nación se podría sacar a concurso para que se presentasen Inditex o El Corte Inglés, y que, con el presupuesto cerrado, llevasen a cabo los trabajos recogidos en el pliego. ¿Se imaginan ustedes el silencio, la tranquilidad, la felicidad del ciudadano? Y los excursionistas, como si de una compañía de cómicos se tratara, podrían organizar plenos, comisiones, esas cosas que ellos hacen, sobre la posibilidad de atracar en Venecia o sobre la variedad del bufete de a bordo. En alguna escala, para sacudir la añoranza, podrían hacer representaciones de sus entremeses insultándose y tirándose de los pelos, para luego recibir aplausos y pasar la gorra.

Hoy más que nunca, uno recuerda lo que cantaba Labordeta: «Y más te vale irte ahora, que se nos hinchen los huevos y caigas del Puente Piedra de cabecica hasta el Ebro».