La batalla final: la de todos los días

Cartas al director
Cartas al director CARTAS AL DIRECTOR

OPINIÓN

Gente por la calle en Pontevedra
Gente por la calle en Pontevedra CAPOTILLO

15 abr 2024 . Actualizado a las 17:42 h.

La batalla final

A veces siento que nos equivocamos de batalla. Me explico, nos empeñamos en tener éxito en lo profesional, en desarrollar habilidades sociales, en ser Don Perfectos, en lo de fuera. Pero aun cuando uno cree estar consiguiéndolo, se encuentra con la más pesada de las defensas bélicas: la guerra de guerrillas. Nos preparamos para lo grande, para el examen y la entrevista, pero nadie nos enseña a ser agradables cuando estamos de morros, a ser generosos cuando no sobra, a saludar con entusiasmo al falapouco. Sí, sí, ha leído usted bien, pararse a saludar como se debe, con la mano firme y sin fingir preocupación, a interesarse. Y es que el Vietcong no descansa y requiere de una alerta las veinticuatro horas del día, siete días a la semana. Un momento de relax y verá que le habrán encontrado desprevenido, de una u otra forma. Tranquilo, en este caso el desenlace no será fatal, no, pero le acercará lentamente a la muerte en vida, al tedio, a la soledad. Una vez le pregunté a mi madre que cómo era capaz de aguantar a mi padre cuando veía el fútbol. Me contestó: «Hijo, estoy muy trabajada». Recuerdo que no entendí aquello cuando me lo dijo. Ahora reconozco en esa frase serenidad, aceptación, perdón. Estas son las armas de la batalla final, la de todos los días, con las que, a diferencia de las guerras convencionales, debemos utilizar contra los nuestros. Miguel Álvarez García. Vigo.

La fuerza del miedo

Desde hace muchos años, en nuestro caso 85, hemos dejado atrás la lacra de la guerra. Pero tenemos que tener en cuenta que en un escenario cambiante y donde solo impera la ley del más fuerte, el miedo tiene un gran caldo de cultivo. Nuestro gasto en defensa pasa de ser un supuesto lastre a una necesidad perentoria. Pero, dentro de esa necesidad perentoria, que impere antes que los misiles el sueldo de nuestros militares, hombres y mujeres que tienen que dar la cara frente a mentes enfermas que nos obligan a hacer ese esfuerzo económico. Quienes visten nuestros uniformes, y que cada vez son mejor vistos por el pueblo, necesitan sueldos adecuados. Andrés Nidáguila Casal. Pontedeume.

El MAHI

He tenido la oportunidad de visitar estos días el Museo de Automoción e Historia y todavía estoy con la boca abierta ante lo que he visto. Estamos ante uno de los museos temáticos más interesantes que se pueden ver, no solo en España, sino en Europa. Merece muy mucho la pena su visita. La Fundación Jove es la artífice de este maravilloso proyecto, que pese a las dificultades y no demasiados apoyos institucionales, ha conseguido construir algo que será una referencia más para esta ciudad, ciudad poco agradecida, a no ser que se trate de un futbolista, con los que consiguen engrandecerla hasta límites insospechados. Por mi parte, todo mi agradecimiento. Ignacio Seoane Rodríguez. A Coruña.