Internacional Sánchez

Carlos G. Reigosa
Carlos G. Reigosa QUERIDO MUNDO

OPINIÓN

IGOR KUPLJENIK | EFE

17 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El presidente Pedro Sánchez parece haberse hartado de la política nacional y cada vez comparece más entusiasmado con su mediación internacional, particularmente en casos como el conflicto Israel-Gaza o, en menor medida, la guerra de Ucrania. Quizá porque el patio nacional (embarrado por el caso Koldo y por el presunto fraude fiscal de la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid) ha empezado a perder interés informativo y por lo tanto también político. Sánchez, que ha vuelto a exhibir su perfil más internacional situando al PP «entre el lodo y la nada», ha defendido una vez más el reconocimiento del Estado palestino.

El PP considera, por su parte, que «no va a pasar nada en los próximos meses que vaya a estabilizar la actual mayoría». En este sentido, Alberto Núñez Feijoo afirmó que «Sánchez ha perdido el control y no va a salir victorioso», y apuntó a las realidades de las elecciones vascas (confrontación PNV-Bildu), las catalanas (batalla Junts-ERC) y las europeas (que bien podría ganar el Partido Popular «con comodidad»).

En el PP insisten en que Pedro Sánchez tiene «la enorme habilidad» de dividir a la sociedad, de modo que «a cualquier acto que va hay dos Españas». Argumento que han repetido ante las propias e insistentes reiteraciones del presidente del Gobierno, escoltadas por la afirmación del ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, de que la Moncloa fía la legislatura a la economía y la geopolítica.

Por otra parte, no deja de ser llamativo el patente malestar —probablemente justificado— del socio minoritario del Gobierno, Sumar. En este sentido, Íñigo Errejón ha acusado al PSOE de «agudizar la competencia, en una estrategia legítima, pero profundamente equivocada», por estimar que «aquí por separado no se salva nadie». Pero la realidad es que el PSOE no parece querer compartir su «agenda internacional», en la que considera tener una posición preferente, en clara ventaja sobre el PP. Algo que solamente parece estar claro en la creciente vocación internacionalista del presidente Sánchez.