En plena adolescencia no éramos conscientes de la profunda verdad que se escondía en el título de aquella serie que se rodó en A Coruña y que poca novedad aportaba al género de amoríos juveniles. Pero sí. Nada es para siempre. Ni siquiera en las plataformas de streaming. Ahora que HBO ha digievolucinado a Max, parece que se acaba aquello de suscríbete ahora y paga 4,99 para siempre, la oferta con la que la plataforma de contenido quería captar clientes en el río revuelto que es desde hace años el mundo de la creación televisiva.
Está siendo una de esas rupturas cobardes —seguro que algún capítulo de Nada es para siempre narraba algo así— en la que una de las partes sabe ya que eso no tiene continuidad y no hay futuro, pero es todavía incapaz de tomar una decisión firme. Así que lo primero que ha llegado es un correo electrónico en el que el triunfal para siempre de hace un par de años se convierte ya en un por el momento. De momento se mantiene el precio de 4,99 para aquellos que creímos que la estabilidad podía existir en una plataforma de contenidos. Ah, ilusa. Ahora lo sé. Después de pedir un tiempo, y a punto de pitar el final de la prórroga, seguramente llegará también. Ese mensaje hipócrita que con mil excusas y explicaciones vacías pone final a los términos y condiciones. Lo dicho. Nada es para siempre.