Planes de pensiones: qué debemos tener en cuenta

Rubén Ouro AL DÍA

OPINIÓN

PABLO CES

23 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La pensión de jubilación pasa por momentos convulsos, siendo uno de los temas que más preocupa a la ciudadanía. No es insignificante el concepto de pensión suficiente y adecuada que defiende la Constitución Española y que muchos jubilados actuales no alcanzan, para cuanto más aquellos que se jubilarán en un futuro. Las posibilidades reales del sistema público de pensiones de la Seguridad Social parecen no ser suficientes, a pesar de que se ha comprobado que este régimen no solo es más resistente a la inestabilidad financiera, sino que además está cumpliendo su misión y función, si bien es cierto que con una merma de sus recursos. En la actualidad, la protección social privada complementaria está adoptando un papel importante ocasionando un giro estratégico de envergadura de cara a los años venideros, cuando el mercado se inunde cada vez más de estos productos y la necesidad de complementar la pensión de jubilación se haga cada vez más patente.

¿En que he de fijarme a la hora de contratar un plan de pensiones? La recomendación sería tener en cuenta tres aspectos clave:

1.- El momento de nuestra vida en el que estamos. Así, una persona joven podrá contratar un plan que ofrezca más riesgos a cambio de rentabilidad, mientras que una persona más mayor ha de limitar los riesgos y asegurar la inversión.

2.- La movilidad del plan a otras entidades con las mínimas pérdidas posibles, así como la información mensual o trimestral de la rentabilidad del mismo. Muchas entidades incluso ofrecen un servicio de gestor privado a fin de comentar con este la rentabilidad del plan y los riesgos de las inversiones.

3.- Nuestra realidad fiscal a la hora de rescatar el plan y cuál es la forma más conveniente, si en un único pago o como rentas periódicas. Así, nuestra tributación en el IRPF puede verse gravemente alterada —para mal— si no escogemos la forma más adecuada atendiendo a nuestra realidad fiscal o si no estamos al tanto de las reducciones sobre la base imponible del impuesto que nos podremos aplicar.

¿Qué hemos de exigir a las entidades que ofertan estos productos y qué deberíamos hacer los consumidores? Lo principal es que el consumidor tome conciencia de la necesidad de dedicar tiempo a buscar las mejores ofertas de estos productos. Lo ideal es tomarnos el plan de pensiones como un producto más, un producto financiero, y hacer lo que nos decían los antiguos eslóganes publicitarios: busque, compare y si encuentra algo mejor… cómprelo.

El mercado es muy dinámico en cuanto a estos productos y lo que hoy puede estar conforme a los estándares, en un par de años puede quedarse desfasado. De ahí la importancia de poder mover el capital entre entidades y entre fondos con la mínima penalización.

A su vez, si somos trabajadores de alguna empresa, cuyos rendimientos del trabajo lo sean también en un plan privado, podremos aprovechar esta contribución de la empresa para seguir mejorando y aumentando nuestros ahorros.

El despiporre normativo en la regulación de estos productos, así como sus continuos cambios en el tratamiento fiscal, dificultan enormemente al consumidor medio saber cuándo está ante una buena o mala oportunidad, pero en todo momento ha de entender de forma general lo que contrata; y si no, busque asesoramiento.