La Virgen de la Mar

Ramón Pernas
Ramón Pernas NORDÉS

OPINIÓN

DANI GESTOSO

13 jul 2024 . Actualizado a las 20:11 h.

Dornas, chalanas, veleros, botes, tarrafas, embarcaciones de vela latina, naves a motor se harán a la mar el día 16 en las procesiones marítimas que festejan a la Virgen del Carmen en su fiesta mayor. En toda la costa española de Santurce al Rincón de la Victoria, de Muxía a Santa Pola, de San Cibrao a Llanes, de Punta Umbría a Motril, en el litoral y en la totalidad de los pueblos marineros se celebra la festividad del Carmen, la reina popular de los mares, la stella maris milagrosa que cuida de los pescadores, de los marineros, librándolos de naufragios y tempestades. La devoción mariana es unánime. Patrona de la mar, la Virgen del Carmelo , está presente en las oraciones laicas y en los rezos de quienes buscan en ella su auxilio.

La mar es misteriosa, severamente serena en la calma y caprichosa en la marejada y la galerna. Cobra su tributo en hombres llevándolos al reino acuático de las simas marinas. No hay pueblo en nuestra costa que no haya pagado su cuota en vidas, en ahogados que no regresaron del naufragio, que salieron a la mar y no volvieron. Se cuentan historias milagrosas con la virgen del Carmen rescatando vidas tras ser invocada con fe. Es patrona no solo de las gentes españolas del mar; su advocación cruzó el océano para erigirse en patrona de la tropa marinera, salve Regina, de gran parte de los países iberoamericanos, de Colombia a Costa Rica.

Cuando el 14 de octubre del año 31 el presidente Azaña pronunció en el Congreso un discurso asegurando que España había dejado de ser católica, no tuvo en cuenta la profunda devoción marinera y pescadora que tiene en su Virgen de julio su santo y seña celestial. Se equivocó Azaña y casi cien años después sigue intacta la fe colectiva mas allá incluso del santoral católico. De una belleza sublime es la navegación por las rías gallegas con los barcos engalanados de fiesta, con las banderas de señales adornando los mástiles, en procesión náutica, con la Virgen embarcada en la nao capitana por un día y acompañada por centenares de barcos escoltándola. Por el cielo de la mar estallan los cohetes que anuncian la fiesta mayor. Por la noche, sonará en el puerto la música de la verbena. Y viene hasta mi la estrofa poética del libro de la mar, De catro a catro, del rianxeiro Manuel Antonio: «o mar, o barco e mais nos». A lo lejos se ve la raya azul del horizonte.