Conversión ecológica

OPINIÓN

Rodrigo Sura | EFE

16 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Tenemos capacidad técnica y humana para transformar la tierra en un paraíso, y, sin embargo, la estamos transformando en un infierno. Así de contundente se manifestó hace unos días José Esquinas, ingeniero agrónomo y doctor en genética, presidente durante 10 años del Comité de Ética de la FAO, organización en la que trabajó 30 años, en un seminario online al que tuve la suerte de asistir (Agroindustria y el cambio climático, se puede ver en YouTube). Es urgente devolver a los alimentos el valor sagrado que tuvieron en otras épocas, que dejen de ser pura y simple mercancía, muchas veces sometida a una arbitraria y salvaje especulación. Desde Bolivia, Óscar Bazoberri, otro ponente de ese seminario, llamó a introducir unas variables que, según él, no aparecen bien reflejadas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, opinión que comparto. Se refirió al concepto de tierra colectiva, que tiene que ver no solo con el campo de producción, sino también con el espacio de convivencia de la naturaleza; a la necesidad de una nueva comprensión del empleo; a la introducción de unas condiciones de urbanidad en las zonas rurales para que las comunidades tengan unas condiciones de vida óptimas; a una formación en agroecología y en el impacto que el cambio climático está provocando en los ecosistemas y la biodiversidad para saber cómo enfrentarlos; y, por último, apeló a una mayor atención de las particularidades microterritoriales.