Solo somos noticia cuando nos matan: varias más, varias menos

Alejandra Fernández MIEMBRO DE FG ABOGADOS

OPINIÓN

MABEL RODRÍGUEZ

17 jul 2024 . Actualizado a las 09:24 h.

Algo estamos haciendo mal, individualmente y como sociedad. El repunte de violencia machista ha sido brutal en los últimos días. A pesar de los medios existentes para evitarlo (las leyes, las medidas de contención y un largo etcétera de iniciativas), la estadística sigue engrosando.

 Es una verdadera pena que solo hagamos reflexiones cuando hay víctimas; y, sin embargo, no nos paremos a reflexionar en lo previo a las muertes. Solo somos noticia cuando nos matan, no durante el camino a esa muerte. Una vez muertas hay concentraciones, minutos de silencio y posicionamiento institucional, pero lo cierto es que esto no funciona.

Todo vale para evitar una muerte, pero a la vista de la estadística considero que es preciso vigilar el camino. En el camino hacia esa situación es en donde debemos estar atentos.

Considero necesario centrarse en el antes en un doble aspecto. Por un lado, en el comportamiento de los hombres, educando en igualdad y respeto hacia las mujeres desde la infancia y la adolescencia, pues es inaudito que un chico adolescente insulte a una compañera de clase, una novia o una amiga llamándola puta o cualquier otra cosa, le controle el móvil o la sobe sin que tenga una tremenda represalia del entorno.

Por otro lado, no es normal que la adolescente o la mujer adulta lo consienta en aras a un «amor mal entendido», «a una broma sin trascendencia».

Otra cuestión importante es la económica. Resulta duro decirlo, pero es una realidad que se palpa a diario. Muchas mujeres aguantan lo indecible porque «necesitan a sus parejas económicamente». En general somos las mujeres quienes soportamos la peor parte de la economía doméstica, haciendo depender nuestra independencia personal de lo económico. Nuestras decisiones, incluso cuando rompemos con la pareja se hacen depender de ello. Necesidad obliga y las mujeres tenemos tendencia a hacernos responsables de aquello que no lo somos.

En definitiva, es necesario poner los medios para evitar la muerte, después ya es tarde.

Los medios que existen en la actualidad son adecuados cuando el maltrato es físico, pero pasamos por alto el psíquico, que considero que es donde empieza todo.

El maltrato apunta maneras.

Educación en igualdad, medios económicos para una vida independiente y protección previa a que ocurra una muerte.

Ante el maltrato, no hay disculpa ni individualmente ni como sociedad. Si hay una muerte ya es irreversible. La solución está en el antes.