Perro no come perro

OPINIÓN

ZIPI | EFE

27 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

A unque han pasado muchos años, uno se acuerda de la primera vez que oyó la expresión «Perro no come perro». Fue en una conversación entre periodistas y se hablaba de compañeros de profesión. Ese dicho se emplea para expresar que quienes pertenecen a un gremio o a un grupo social tienden a evitar dañarse entre ellos. Lo cual es cierto a veces, pero solo a veces. Quienes ejercen ciertas profesiones y las personas que desarrollan algunas actividades tienden a cubrirse entre ellos ante lo que ven agresiones del exterior, por aquello de que «todos somos compañeros», otra forma de verbalizar la idea del «Perro no come perro».

Este dicho se usa al menos desde la antigua Roma. Lo emplea Marco Terencio Varrón en De lingua latina: Canis caninam non est (el perro no come carne de perro). Su origen puede estar en la observación de animales carnívoros que no comen carne de ejemplares de su especie. A esa conclusión llegó un equipo científico liderado por la Universidad de Granada: para un carnívoro, comer carroña de otro, sobre todo si es de la misma especie, aumenta la probabilidad que contraer patógenos que pueden poner su vida en peligro. Y han aprendido a distinguir la carroña segura de la de riesgo.

En tiempos recientes ha cobrado fuerza el «Perro no come perro». Hace tres años estuvo en multitud de programas y en medios periodísticos dedicados al mundo del corazón cuando Rocío Carrasco intervino en televisión para responder a algo que había dicho un colaborador de espacios de la misma cadena: «Alessandro Lequio defiende a Antonio David Flores porque es muy parecido a él. Perro no come perro».

Más recientemente, el abogado de la plataforma de víctimas del accidente del Alvia en Santiago la empleó durante el juicio. Cuando la Fiscalía retiró la acusación contra el exdirector de seguridad en la circulación, quitó importancia a esa decisión porque, dijo, en asuntos de Estado como este «perro no come perro». Ironizaba así sobre la coincidencia de argumentos del fiscal y de la Abogacía del Estado.

Es difícil no estar de acuerdo con esta reflexión de Consuelo Álvarez de Toledo en un artículo periodístico: «Caín mata a Abel. Y el Hombre, desde aquel día, come hombre. Pero perro no come perro. Los animales tienen más compasión con los de su especie».