El techo turístico de Galicia

Lanzada Calatayud CONSULTORA DE TURISMO

OPINIÓN

Turistas en As Catedrais
Turistas en As Catedrais PEPA LOSADA

20 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Aseverar que algún territorio ha alcanzado su techo en turismo puede ser arriesgado, pero no reflexionar sobre ello lo es bastante más.

Es cierto que hay áreas en Galicia poco visitadas e incluso desconocidas, pero también lo es que las hay que soportan un peso de visitantes bastante mayor que el recomendable para considerarse un destino sostenible para locales y visitantes. No hay más que visitar la prensa en el último par de meses para encontrar noticias no so de protestas de masificación en Mallorca, Barcelona o Málaga sino también en ciertos destinos gallegos, donde la convivencia con los/las residentes o la pervivencia de sus recursos e identidad se están convirtiendo en un verdadero problema y un asunto de debate público. La tasa turística no es la fórmula mágica para afrontar este problema si no va acompañada de una estrategia más amplia. Es sorprendente, por cierto, que haya quien afirme que esa tasa frenaría el turismo, pues la Comunidad Balear fue la primera en implantarla hace ya ocho años y parece que este año se va a marcar un nuevo récord histórico de visitantes.

En mi opinión, está claro que hay una falta de gestión y planificación en ciertos lugares tensionados, pero también en aquellos que aún no lo son.

Galicia, además de contar con buenas infraestructuras, una oferta diversa y con una buena relación calidad precio, cuenta con el hecho de ser, hoy en día, un auténtico refugio climático. Esto supone una reorientación de público de otros destinos hacia nuestra comunidad, tema que parece no estar trabajándose lo suficiente por parte de las entidades responsables.

Es curioso y preocupante que ciertos destinos gallegos a pesar de contar con una amplia variedad de segmentos (cultural, gastronómico, playa, activo, de naturaleza) no hayan sido capaces de dar a conocer toda su variada oferta y aprovecharla a lo largo de todo año para conseguir un turismo más plural, diversificado y desestacionalizado.

Es evidente que el turismo, además de generar riqueza, debe asegurar la convivencia humana y ambiental. ¿Cómo es posible que una industria que representa un 13% del PIB de nuestro país no esté más presente ni mejor gestionada y consensuada o al menos compartida con su población?

Las soluciones no son fáciles. Pero las iniciativas hasta el momento son escasas y poco arriesgadas. Aunque Galicia tiene margen de crecer en segmentos como el náutico, naturaleza, gastronómico o enoturismo, debe trabajar, desde las instituciones, en medidas aseguradoras de un crecimiento equilibrado en ciertas zonas y corrector en otras. Tasa turística, control de pisos vacacionales, moratorias hoteleras, ciertos límites a la llegada de vehículos, centrarse en nichos específicos de valor añadido, comunicaciones institucionales de comportamiento turístico responsable. Algunas medidas algunas resultan impopulares si no se explican bien; pero es absolutamente necesaria una valentía reguladora para garantizar el futuro socio-cultural y natural de Galicia. Solo así su techo turístico quedará distante.

Lanzada Calatayud es consultora de turismo sostenible