«Los voluntarios deberían tener seguro y estar coordinados por la Administración central»

OPINIÓN

Jorge Zapata | EFE

15 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Bastaba con la Constitución

Las funciones del Gobierno están escritas en la Constitución, lo que implica su «constitucionalización». Es decir, en la Constitución hay unos mínimos de ejercicio para el Gobierno, de los que no puede huir. Y ninguna ley puede anular, limitar o suspender esos mínimos, solo una reforma constitucional podría hacer tal cosa. Pues bien, en la dana de Valencia el Gobierno renuncia a todas las funciones que tiene escritas en la Constitución. Renuncia al artículo 97 (dirigir la administración civil y militar y la defensa del Estado), renuncia al artículo 104.1 (fuerzas y cuerpos de seguridad bajo la dependencia del Gobierno), renuncia al 107 (dictamen del Consejo de Estado), al 131.2 (informe del Consejo Económico y Social), incluso el presidente del Gobierno renuncia al 100 (nombrar y cesar sin cuotas a sus ministros), o a comprobar, en 24 horas, si el Congreso mantiene su confianza en él (artículo 112). La Constitución tiene para el presidente del Gobierno el mismo valor y el mismo destino que la Constitución tiene para sus socios, Puigdemont y Bildu. Por cierto, el voluntariado tiene una ley nacional y 17 leyes autonómicas, para que los voluntarios vayan preparados, formados, coordinados por la Administración central del Estado y, obviamente, con una póliza de seguro. José Luis Gardón. Madrid.

Jóvenes y falta de oportunidades

Cómo duele cuando se vive lejos. Ser joven y marcharse de España en busca de oportunidades no es novedad. Pero pocos hablan de lo que realmente supone: dejar atrás familia, amigos y hogar, y el dolor que eso conlleva, especialmente cuando ocurren tragedias como la dana. Desde la distancia seguimos la solidaridad de nuestro pueblo, vemos cómo miles de personas se unen para ayudar y cómo periodistas y ciudadanos luchan por sacar a la luz la verdad.

La falta de oportunidades en nuestro país empuja a muchos jóvenes a emigrar. Nos dicen que es «una experiencia enriquecedora», que ganaremos independencia y conoceremos otras culturas. «Eres joven, disfruta». Pero, al mismo tiempo, significa perder esos lazos que nos sostienen y vivir lejos de quienes siempre nos han apoyado. ¿Por qué tener que buscar fuera lo que debería estar al alcance?

Este golpe que sentimos en la distancia es también un recordatorio. Que esta unión que experimentamos hoy nos impulse a construir un país con oportunidades para todos, con políticas que protejan nuestro derecho a un futuro sostenible y lleno de posibilidades. Para que nadie se vea obligado a elegir entre sus sueños y su hogar. Alicia Oyora Olmos. Berlín.

 

Acceso a la intermodal

Santiago. Una estación de autobuses con una pasarela que la une con la del tren, y esta con los ciudadanos del otro lado del Sar, que pueden cruzarla para acceder al centro de la ciudad. Una carretera moderna, con sus carriles de bus y bici, parada de taxis y un paso de peatones que no sé si lo habrá en Madrid, Londres, París, Nueva York... Aprovechando las obras de la rúa Clara Campoamor nos vendría muy bien adecentar un caminito con sus luces (no hace falta que sean las de Vigo) para poder cruzar por el sendero de As Brañas do Sar en cualquier estación del año, sin la linterna del móvil y sin riesgo de caer al río ni embarrarse, y así disfrutar de la obra realizada. Alberto Gesto Cruces. Santiago.